Salud y Bienestar

La sanidad pública navarra, pionera en braquiterapia intraoperatoria

  • Esta técnica, aplicada a pacientes con cáncer de recto, disminuye la reaparición de esta enfermedad.

La colaboración de profesionales de varias especialidades y de dos centros sanitarios públicos navarros ha permitido utilizar por primera vez con éxito en España la braquiterapia intraoperatoria en un paciente con cáncer de recto, una técnica que disminuye la posibilidad de recidivas oncológicas.

Así lo han señalado este miércoles los responsables del equipo multidisciplinar navarro, compuesto por especialistas de Colo-proctología del Hospital Virgen del Camino y de Oncología Radioterápica del Hospital de Navarra, quienes realizaron en enero la primera intervención después de comprobar sus resultados en un hospital danés, uno de los "dos o tres" del mundo donde se practica.

La técnica consiste básicamente en aplicar la radiación terapéutica directamente sobre los tejidos más próximos al tumor que se acaba de extirpar, todo ello en la misma intervención quirúrgica, lo que reduce el riesgo de que se reproduzca, aunque obliga a trasladar al paciente y al equipo quirúrgico al Centro de Radioterapia para administrar la dosis y, una vez terminado, regresar al quirófano para continuar con la intervención.

En conferencia de prensa, la directora del Hospital de Navarra, María Jesús Calvo, ha destacado que la inauguración en 2007 del nuevo Centro de Radioterapia en el recinto hospitalario ha permitido la implantación de nuevos servicios, de forma que entre 2008 y 2009 ya se han tratado con braquiterapia 360 tumores, aunque el servicio y la infraestructura permite otras innovaciones.

Es el caso de la presentada, la primera intervención con braquiterapia intraoperatoria, o aplicación del tratamiento radioterápico durante la operación quirúrgica, una técnica que el jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Virgen del Camino, Héctor Ortiz, aprendió hace unos meses en un hospital danés y cuya aplicación en esta ocasión ha dirigido.

Ortiz ha explicado que con esta técnica se trata de transformar a un paciente con riesgo de mantener células tumorales en el borde del tejido considerado sano tras una intervención de extirpación de un tumor, en un paciente con el mismo riesgo de presentar recidivas que cualquier otro que no tiene estas células tumorales imperceptibles.

Al respecto, ha señalado que las estadísticas indican que en Navarra hay 8 personas al año susceptibles de ser tratadas con esta técnica, que se aplica cuando hay dudas de si el borde teórico de la resección de un tumor puede estar afectado por células tumorales.

Fernando Arias, del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital de Navarra, ha explicado por su parte que la intervención realizada en la Comunidad foral, fue en un paciente de menos de 50 años, quien presentaba un carcinoma de recto localmente avanzado, difícil de eliminar únicamente con cirugía, a quien previamente se le administró un tratamiento combinado de radioterapia y quimioterapia.

El tumor respondió bien, pero resultaba todavía difícil de extirpar totalmente sin afectar a estructuras sanas, por lo que se eligió la braquiterapia intraoperatoria.

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