Vacunas

Parestesia: En qué otras enfermedades se manifiesta el nuevo efecto secundario de la vacuna de Moderna

Una dosis de la vacuna de Moderna.

Una dosis de la vacuna de Moderna. / Juan Carlos Muñoz

Con más de 89 millones de dosis administradas desde el principio de la campaña de vacunación en España, los efectos secundarios de las vacunas siguen siendo una de las prioridades en la investigación que va identificandolos a medida que pasa el tiempo. Más allá del malestar general, el cansancio, la fiebre o las náuseas, algunos de ellos, menos frecuentes, también van apareciendo a la par que avanza la campaña de inoculación y es más la gente que las ha recibido.  Ahora, la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios) haya añadido la parestesia al listado de posibles efectos secundarios de la vacuna de Moderna. Pero, si este efecto es ínfimo en lo que refiere a un efecto adverso de la vacunación, también puede ser una señal en otras enfermedades. Estas son las principales. 

La parestesia es un trastorno de la sensibilidad que se manifiesta con sensaciones anormales sin estímulo previo, como el hormigueo. Estos efectos suelen aparecer al poco rato que haya sido administrada. Primero como dolor, posteriormente como mialgia y finalmente surge el entumecimiento. Lo más frecuente es que afecte a las extremidades, sobre todo al brazo donde se ha pinchado.

¿En qué otras enfermedades se manifiesta este efecto?

Dependiendo de la causa, la parestesia puede ser de corta duración y desaparecer rápidamente. Normalmente ocurre cuando ejercemos presión sostenida sobre un nervio y se alivia al poco rato de dejar de presionar. En términos generales, la parestesia no conlleva ningún peligro y  se puede aliviar con ejercicios o masajes para restablecer la circulación en la zona afectada. Pero, ¿cuándo tienes que empezar a preocuparte?

El verdadero problema surge cuando es crónica, porque suele ser consecuencia de alguna enfermedad neurológica o porque un nervio ha sufrido algún traumatismo que lo ha alterado. El tratamiento de la parestesia crónica se dirige fundamentalmente a corregir las causas últimas de la alteración. Las cuales suelen ir acompañadas de otros síntomas físicos y cognitivos de mayor envergadura cuando afecta al sistema nervioso central.

Así, este entumecimiento es muy común en trastornos relacionados con el sistema nervioso central, como los accidentes cerebrovasculares, los ataques isquémicos transitorios, la esclerosis múltiple o la encefalitis, junto a otros.

También en el caso del síndrome del túnel carpiano, donde ocurren atrapamientos de nervios y surgen síntomas de adormecimiento o parestesia con dolor, debido a la afectación de los nervios periféricos.

En ocasiones, el entumecimiento es generado por la picadura de algún insecto o las mordeduras de animales, la carencia de vitamina B12 u otros micronutrientes, el consumo de algunos fármacos, la radioterapia o la quimioterapia, una infección por herpes zóster, por presión en los nervios raquídeos a raíz de una hernia discal o de los nervios periféricos por infecciones varias, tumores o tejido cicatricial.

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