Salud y Bienestar

Los estudios 'imposibles' del año 2013

  • Una de las revistas médicas más prestigiosas selecciona cada Navidad diez trabajos hechos con los más exigentes estándares de calidad, pero con las temáticas más descabelladas

Son dos números de una de las revistas médicas más prestigiosas, el British Medical Journal (BMJ) y, a primera vista, nada podría distinguirlos del resto de ediciones semanales que edita la misma publicación. Como en otros números, en estos se recogen estudios clínicos, metanaálisis o comentarios, siempre siguiendo el mismo esquema de rigor científico: los escribe un equipo de investigadores y otros dos los revisan y dan así el visto bueno para que salga a la luz. Es lo que se conoce sistema de revisión por pares y es en lo que se basa la evidencia científica más usada en la actualidad. Pero basta poca intuición para saber que estos dos números especiales de Navidad son algo distintos: la temática de los trabajos tiene más que ver con el humor que con las batas blancas. Eso sí, todo lo que se dice es totalmente cierto. Repasamos aquí algunos de los trabajos de su última edición.

Chocolate en la consulta.

Cualquier médico ha escuchado que un consumo moderado de chocolate puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, pero esto no termina de explicar un fenómeno que estudiaron cardiólogos de tres hospitales británicos: cuando los pacientes regalan a los profesionales sanitarios bombones, estos desaparecen en menos de lo que canta un gallo. Este trabajo, demuestra que esa impresión es cierta y que, además, se consumen antes los de la marca Cadbury que los de Nestle. Observación adicional: a pesar de que los pacientes pueden pretender obsequiar más a los médicos que a otros profesionales sanitarios, son enfermeros y auxiliares los que más se acercan a las cajas de bombones.

Plastilina en Anatamía.

La plastilina siempre se ha considerado un juego de niños, al menos hasta la publicación de este experimento en el British Medical Journal, que se les ocurrió a médicos del Servicio de Traumatología y Ortopedia de un hospital británico. Los autores pidieron a sus estudiantes que describieran todas las estructuras clave que se sitúan alrededor de la articulación de la cadera, pero que lo hicieran con plastilina. Después, simularon una operación y el resultado fue, según los autores, que este modelo de aprendizaje puede mejorar la apreciación de las estructuras anatómicas tridimensionales. ¿Es hora de añadir plastilina a libros y otros enseres típicos del estudiante médico?

¿Señalar es de mala educación?

Es una cantinela que se repite toda la niñez, señalar es de mala educación y más vale pedir las cosas educadamente. Pero lo que no se sabía hasta ahora, es que se trata de un hábito muy implantado en el niño. Tanto, que lo hace desde que es un feto, según describió un estudio estadounidense que analizó a un feto de 27 semanas en varias resonancias magnéticas aleatorias. En todas, apuntaba desafiante al cordón umbilical.

María no es la única madre virgen.

La estadística suele dar sorpresas que la han dotado de cierta mala fama, de una ciencia en la que no se puede terminar de confiar. Este estudio dará, sin duda, la razón a los más escépticos. Un grupo de investigadores estadounidenses se dispusieron, como siempre, a analizar los datos de salud de un estudio en el que participan 7.870 mujeres que eran adolescentes cuando se las seleccionó, en 1995. Es uno de los muchos trabajos en los que se recogen datos que se espera den pistas de las tendencias de salud de la población general. Pero, en esta ocasión, un dato llamó la atención de los autores: según las respuestas a las encuestas, un 0,5% de las mujeres declaraban ser madres sin haber mantenido relaciones sexuales ni haber utilizado técnicas de reproducción asistida. ¿Error o milagro?

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