Salud y Bienestar

"Yo le daré el pecho a mi hijo si a mí me da la gana"

  • Un estudio de opinión analiza la percepción de las madres primerizas, que reclaman más información y se sienten bien tratadas, aunque presionadas en algunos aspectos.

La lactancia materna se asocia con sentimientos de esfuerzo, necesidad de ayuda y apoyo profesional los primeros días. Se da poca o ninguna información en el embarazo, la misma que se echa de menos en los primeros días tras el parto, lo que crea incertidumbre e inseguridad por el llanto del bebé. La información que trasladan los profesionales muchas veces es contradictoria, y unida a la de los familiares cercanos genera gran confusión en la madre. Se percibe, incluso, cierta presión hacia la lactancia materna, que en algunos casos origina sentimientos de culpa, viviéndose como una falta de respeto. Así es como perciben ellas algunos aspectos de la maternidad tras su primer parto, según un estudio sobre la comunicación y la satisfacción de las mujeres que van a ser madres por primera vez en un servicio público de salud. El trabajo de Jorge Díaz Saez, enfermero en la planta de Toco-Ginecología del Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa, en Almería, establece varias conclusiones. Así, todos los profesionales han sido valorados positivamente en cuanto a la relación durante el embarazo y el parto. Según explica en su trabajo "las participantes se encuentran expectantes ante una experiencia nueva, expresando sentimientos de miedo, angustia y alta sensibilidad hacia todo. La información del círculo familiar unida a la de los profesionales, que refieren como escasa y contradictoria, contribuye a aumentar estos sentimientos".

Así, en el capítulo que aborda la lactancia del recién nacido, los testimonios definen los sentimientos hacia la lactancia materna,la necesidad de ayuda en ese proceso y cierta presión del entorno sobre el tema. "Vas a pedir un biberón y te asustan. Yo le daré el pecho a mi hijo si a mí me da la gana", afirma una de las participantes; "Entonces parece que a la persona que no le da el pecho, ya no te tratan de la misma manera", señala otra. El estudio no solo contempla la cuestión de la lactancia. Aborda toda la cadena desde las primeras revisiones hasta depués del parto. Para estas madres, el tiempo de las consultas se consideró algo escaso, la información recibida se calificó como breve y escasa, lo cual, junto al alta precoz y el hecho de ser primerizas, genera mayor preocupación y cierta angustia.

"Puede ser que, como la comunicación durante años con el personal sanitario ha sido pobre y técnica, esta forma de comunicación se haya socializado. La comunicación, desde un enfoque humanístico, debería promocionarse en el trabajo de los profesionales de la salud con las madres", señalan Díaz y sus colaboraderes en sus conclusiones. Además, también expone cómo las contracciones, la dilatación y el parto se asocian a dolor y desesperación. "Tal vez aún queda en el imaginario social el parirás con dolor, y se llega al parto muy condicionada por este concepto, lo que hace que la epidural aparezca como la panacea, a pesar de que se oferten otras alternativas tales como medidas físicas (pasear, ducha, etc.) e inhalación de óxido nitroso autoadministrado", concluye el estudio.

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