Medicamentos

La OMS aboga por nuevas formas de producir y utilizar antibióticos

  • Su uso inadecuado en procesos leves hace que a gran escala pierdan poco a poco su eficacia.

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) -el primero de carácter mundial acerca de la resistencia a los antimicrobianos, y en particular a los antibióticos- revela que esta grave amenaza ha dejado de ser una previsión para el futuro y es ya en todas las regiones del mundo una realidad que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad en cualquier país. No es por tanto una cuestión de recursos, de primacía de países ricos frente a pobres. Es una cuestión de microbiología. Las armas con las que el ser humano a contado para combatir las infecciones cada vez sirven menos. La resistencia -que se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento para las infecciones- es ya una gran amenaza para la salud pública.

"En ausencia de medidas urgentes y coordinadas por parte de muchos interesados directos, el mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales", ha dicho el Keiji Fukuda, subdirector General de la OMS para Seguridad Sanitaria. "Los antibióticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna. Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras".

El informe señala que la resistencia está afectando a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias o la gonorrea. Así, destaca la resistencia a antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común) se ha extendido a todas las regiones del mundo. También destaca la resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias.

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