Salud y Bienestar

Logran la detección precoz del 90% de las recaídas en trasplantados de médula ósea

  • La técnica diferencia las células del receptor de las trasplantadas de otra persona para "rescatar" al enfermo tras destruir la leucemia con radioterapia.

Una nueva técnica de Biología Molecular ha logrado identificar de forma precoz hasta el 90% de las recaídas en pacientes trasplantados de médula ósea, para evitar que la leucemia vuelva a aparecer en un 70% de los casos tras la aplicación de medidas terapéuticas.

El avance consiste en el desarrollo de nuevos marcadores genéticos que permiten aumentar el número de detecciones y de personas beneficiadas, ha explicado este martes el gerente del Hospital Regional de Málaga, Antonio Pérez Rielo.

La técnica, a la que ya se han sometido doscientos pacientes, se aplica para diferenciar las células del receptor de las progenitoras trasplantadas de otra persona para "rescatar" al enfermo tras destruir la leucemia con radioterapia a altas dosis.

Con esta diferenciación se pretende observar si las células residuales del paciente crecen o disminuyen con el objetivo de hacerlas desaparecer y evitar la recaída, ha indicado el hematólogo e investigador principal del estudio, Antonio Jiménez.

Antes era posible detectar una célula del receptor entre cien del donante, mientas que con los nuevos marcadores genéticos desarrollados por la Unidad de Gestión Clínica de Hematología y Hemoterapia la relación aumenta a una de cada 10.000 ó 100.000 en función del tipo de marcador.

"Antes casi un cincuenta por ciento de los pacientes recaían porque no éramos capaces de detectar las células residuales a tiempo", ha señalado Jiménez, quien ha declarado que el diagnóstico precoz sólo se realizaba en un cuarenta por ciento de los casos, mientras que ahora alcanza al 90%.

De esta manera se ha conseguido evitar la recaída al setenta por ciento de los pacientes, mientras que en el treinta por ciento restante no es posible por cuestiones inmunológicas relacionadas con el trasplante o por tratarse de leucemias muy agresivas.

Esta nueva técnica empezó a trabajarse en 2002, se publicó en 2005 y ha despertado el interés de centros hospitalarios de Madrid, Barcelona, Sevilla y Jerez de la Frontera y también de grupos de investigación internacionales que han validado los resultados en países como República Checa, Alemania y Brasil.

Al inicio de la investigación se contaba con diez marcadores genéticos que posibilitaban hacer un seguimiento del ochenta por ciento de los trasplantes de médula ósea, mientras que en la actualidad se han alcanzado los 22 marcadores y se ha llegado al 95 por ciento de los trasplantes, ha asegurado Jiménez.

Este avance en biología molecular puede aplicarse también a trasplantes de órganos sólidos, aunque está pendiente de investigaciones futuras, ya que la mayor parte de estos trasplantes se realizan con sangre del propio paciente y no de un donante, ha manifestado la directora de la unidad, Anabel Heiniger.

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