Enfermedades importadas

La vigilancia epidemiológica de calidad contribuye a la solidez económica

Hace unos días conocimos la confirmación de dos casos de dengue en España y hemos tenido la oportunidad de conocer algo más sobre esta enfermedad. Así, se puede decir que el dengue es una enfermedad producida por un virus que se trasmite por la picadura de mosquitos infectados. Sus síntomas son similares a los de la gripe pero no se transmite de persona a persona y carece de tratamiento específico.

Ante esta noticia hay que destacar la enorme capacidad de nuestro sistema sanitario para detectar precozmente este tipo de enfermedades como consecuencia del alto nivel de desarrollo y profesionalidad de los sistemas de vigilancia epidemiológica que permiten la inmediata intervención del sistema sanitario para proteger la salud de la comunidad. Este es uno de los aspectos que define las fortalezas del Sistema Nacional de Salud español que, en el caso de Andalucía, destaca de manera especial y ya se ha puesto de manifiesto en otras alertas de salud pública a lo largo de los últimos años.

De igual forma, esta situación pone de manifiesto que (como reza el título de esta sección) la salud no tiene fronteras. Las enfermedades importadas son cada vez más una realidad presente en los países desarrollados como es el caso de España. La movilidad de las personas en un mundo global con medios de comunicación, como es el caso del avión, que permiten desplazarse entre largas distancias en poco tiempo, hace cada vez más presente en las consultas de nuestros centros sanitarios patologías importadas como estos casos del dengue.

Además de estar seguros de que no hay motivo para la alarma, tal como han señalado nuestras autoridades sanitarias, conviene que seamos conscientes de la necesidad de seguir apostando por los servicios y los profesionales que trabajan en salud pública y comprometer el desarrollo de las medidas contempladas en el Ley General de Salud Pública de 2011 que estos últimos años ha estado en en el cajón de las cosas olvidadas.

La salud pública y los servicios de promoción de la salud y de prevención de las enfermedades que lleva asociados tienen un enorme impacto en la mejora de la salud del conjunto de una sociedad. Esto es, por si mismo, un sólido argumento para asegurar medidas que fortalezcan sus capacidades técnicas y su solvencia. Pero además de ello, unos servicios de salud pública y unos sistemas de vigilancia epidemiológica que sean de calidad y sean solventes, tienen una contribución esencial a la solidez económica de un país como el nuestro ya que ofrece calidad y seguridad a los millones de turistas que visitan España ya que el turismo es una de nuestras principales fuentes de crecimiento económico y generación de empleo.

Conviene tener esto presente en tiempos que los que la inversión destinada a los servicios públicos debemos asegurar que rinde los mejores rendimientos al conjunto de la sociedad. La salud pública y sus profesionales nos demuestran cada día que merece la pena que apostemos para asegurar su fortaleza y noticias como esta relativa a los dos casos de dengue que se acaban de detectar, permiten reforzar estas ideas y reclamar el apoyo constante.

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