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Descifran el funcionamiento del genoma de la leucemia más frecuente

  • Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer, asociado al Hospital Clínico de Barcelona, descifran el epigenoma de la leucemia linfática crónica

Equipo de investigadores coordinados por Iñaki Martín-Subero, segundo por la derecha.

Equipo de investigadores coordinados por Iñaki Martín-Subero, segundo por la derecha. / FRANCISCO AVIA / IDIBAPS

El epigenoma de la leucemia linfática crónica, la más frecuente, ha sido desvelado por investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer (Idibaps), asociado al Hospital Clínico de Barcelona. Este estudio permite realizar un mapa de alta resolución de la enfermedad y encontrar dianas para desarrollar nuevos fármacos.

El trabajo ha sido coordinado por Iñaki Martín-Subero, jefe del grupo de investigación en Epigenómica Biomédica del Idibaps, y se ha publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine. Como ha explicado, el genoma es la secuencia genética de millones de bases que codifican toda la información para construir un ser vivo. Pero esa estructura está determinada por factores moleculares denominados marcas epigenéticas, que se superponen sobre el ADN y le dan función.

La alteraciones podrían ser reversibles con el desarrollo de un fármaco epigenético

"Si el genoma es nuestra identidad personal, el epigenoma es la identidad de la célula. Y, en el cáncer, en general, la epigenética cambia radicalmente. Por eso hemos analizado las muestras de las biopsias de los pacientes, pero desde diez perspectivas moleculares diferentes, algo que es la primera vez que se hace para un cáncer humano. Y, con la ayuda de ordenadores, hemos integrado toda la información para elaborar un mapa de muy alta resolución de todas las funciones del genoma", ha detallado.

Los resultados, al comparar con el mapa de las células sanas, han identificado más de 500 nuevas alteraciones de la función del genoma, que son específicas de la leucemia linfática crónica y que la definen como enfermedad.

"Estos datos abren dos líneas de investigación preclínica, pero con mucho potencial: la primera es que epigenética es reversible y estas 500 alteraciones podrían revertirse, potencialmente, con fármacos epigenéticos. La segunda línea parte de la pregunta de si estas 500 regiones tienen un elemento común. Y vimos que había tres familias de proteínas que parecen ser las encargadas de activar estas regiones en la leucemia: al repasar investigaciones anteriores, vimos que la acción de una de ellas se puede bloquear con un fármaco, consiguiendo in vitro parar el crecimiento de esta leucemia, lo que supondría encontrar su talón de Aquiles. Falta tiempo hasta que se use en pacientes, pero este tipo de trabajos, que investigan las bases moleculares de la enfermedad, son muy importantes. Porque así podremos diseñar tratamientos lo más específicos posibles", ha recalcado.

El grupo del Idipabs que lidera Martín-Subero tiene diferentes líneas de investigación y, entre otras, se centra en el diseño de un nuevo mapa de la leucemia linfática crónica, pero en tres dimensiones en vez de en dos, como acaban de publicar. La previsión es que se presente dentro de un año. Y, por otro lado, se investigan diferentes genes que consideran interesantes y que han surgido a partir de su investigación.

Los ordenadores han jugado un papel fundamental en esta investigación: se dedicaron dos años a generar los datos, pero han sido precisos otros tres años para analizarlos mediante herramientas bioinformáticas y con los ordenadores del Centro de Supercomputación de Barcelona. El análisis de estos millones de datos, conocidos por el término anglosajón de Big Data, es cada vez más determinante en el campo de la investigación genética.

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