Huelva

Adiós a los dolores y a las pastillas

  • Medio centenar de personas mayores participan en los cursos de aquagym y natación en el Diego Lobato l grandes beneficios La natación y el aquagym cuentan con los beneficios propios de cualquier otro deporte y además se suma el hecho de hacer ejercicio sin impactos, el gran desarrollo aeróbico y la implicación de todos los grandes grupos musculares.

¡Fuera miedos y al agua! Medio centenar de personas de la tercera edad, comprendidas entre los 65 y los 70 años, no han dudado a la hora de lanzarse de cabeza y participar en los cursos de aquagym y natación que organiza el Ayuntamiento de Huelva y que se desarrollan en la piscina del Polideportivo Municipal Diego Lobato hasta el próximo mes de julio.

En esta cuarta edición participan mayores de 10 centros de la capital: Centro de Día Mora Claros, Asociación La Cinta, Club de Pensionistas Lazareto, Asociación Nueva Huelva, Club de Pensionistas La Hispanidad, el Centro Municipal Los Desniveles y las asociaciones de mayores de UGT, Los Molineros, Cañazón y Acom.

El aquagym y la natación conllevan un plus de beneficios ya que a los propios de todos los deportes se suma el hecho de hacer ejercicio sin impactos, el gran desarrollo aeróbico y la implicación de todos los grandes grupos musculares. Tanto es así que "gran número de nuestros participantes en otras ediciones nos han comentado que gracias a estas prácticas y, pese a ser sólo dos horas a la semana, se encuentran físicamente mejor e, incluso, han dejado de tomar las pastillas que tenían recetadas", comenta Ángel Leiva, coordinador de estos cursos. Precisamente "el bienestar del mayor es nuestro principal objetivo, que se sienta bien, contento, que disfrute -añade-; no entramos tanto en los aspectos técnicos aunque, en función de las condiciones y la predisposición de nuestros alumnos, no descartamos enseñarles a mejorar la técnica y los estilos".

La primera toma de contacto para alguno de ellos resulta "difícil" de afrontar, según Leiva, ya que "tienen temores a un medio que les resulta novedoso o desconocido, llevan 30 años sin meterse en el agua, no conocen una piscina, etcétera", apunta. No obstante, tras su primera zambullida y la realización de diferentes ejercicios, "los mayores salen del agua muy tranquilos, relajados y más confiados", explica el coordinador. De hecho, "muchos de ellos" repiten la experiencia y, además, se inscriben en nuevos cursos de natación durante el verano, periodo en el que se paraliza estos cursos municipales. "Para nosotros es gratificante saber que hemos inculcado en nuestros alumnos la saludable práctica de un deporte", puntualiza Ángel Leiva.

Durante cada sesión, los 4 monitores que están al frente recurren a elementos como la música o a diferentes tipos de materiales para impartir sus clases. De este modo, "conseguimos que ellos se entretengan y se diviertan al tiempo que se ejercitan", concluye el coordinador.

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