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Los regalos más horteras de los famosos a los hijos

La bañera con cristal de Swarovsky que Beyoncé y Jaz-Z regalaron a su hija.

La bañera con cristal de Swarovsky que Beyoncé y Jaz-Z regalaron a su hija. / D. S.

Llega el día de San José (feliz onomástica por adelantado a quienes compartan nombre con el casto esposo) y con dicha jornada la tradición comercial (suelten el parné) de honrar a los progenitores (en aplicación del lenguaje políticamente correcto) con un presente. Algunos de los regalos que se ofrecen en los hogares estos días suelen ser un auténtico suplicio para quienes los reciben. Cada vez resulta más complicado acertar con un obsequio que agrade al homenajeado. No es algo fácil, especialmente cuando se recurre a algo común, y aquí la lista es larga: desde los utensilios para el afeitado hasta las corbatas con diseños difíciles de asimilar. 

Pero en este amor paterno filial no deben caer en el olvido los regalos que ciertos famosos (de ambos sexos) hicieron a sus hijos cuando aún se encontraban en edad párvula y que se convirtieron en motivo de noticia, no tanto por el buen gusto que entrañaban sino, más bien, por todo lo contrario. Eso sí, demostraron con ello que el amor por sus vástagos no conoce límite presupuestario alguno. Aquí les hago un breve repaso. Agárrense, que vienen curvas: 

Empecemos por las Kardashian, referentes en la cultura de los excesos. Kim y su marido Kanye West regalaron a su primogénita North una cazadora de Michael Jackson, con la que lograron hacerse en una subasta tras pujar por ella con 65.625 dólares. Una cantidad nada extraña para esta pequeña, que desde los tres años guarda en su vestidor -de 180 metros cuadrados- prendas de Chanel, Balenciaga, Givency y Óscar de la Renta. Los padres no han escatimado a la hora de agasajarla con todo tipo de servicios estéticos. Cuenta con dos estilistas, un sastre y costosos tratamientos de belleza.

Vayamos a otro ejemplo contrario a la mesura. Beyoncé y Jay-Z (nombres hay para todos los gustos) regalaron a su primogénita, Blue Ivy Carter, una cuna con forma de carroza valorada en 15.000 euros. Y siguiendo en la misma línea, la pequeña recibió de una compañera de su madre otro presente nada discreto: una bañera cubierta de cristales Swarovski, cuyo precio supera los 4.000 euros.

La cuna en forma de carroza de Emme, la hija de Beyoncé y Jay-Z. La cuna en forma de carroza de Emme, la hija de Beyoncé y Jay-Z.

La cuna en forma de carroza de Emme, la hija de Beyoncé y Jay-Z. / D. S.

Aún no ha trascendido si los cristales tenían un poder terapéutico en el sanitario, lo que si está claro es que las joyas han continuado presentes en la vida de la descendiente de Beyoncé, pues a la bañera siguieron una trona también con cristales Swarovski, biberones con zafiros y hasta un caballo balancín, diseñado en oro por el joyero japonés Ginza Tanaka, cuyo precio fue de 50.000 euros. No se queda atrás la Barbie de 60.000 euros, que hasta para jugar a las muñecas siempre hubo clase (y mal gusto). A su corta edad, la criatura ya tiene estilista personal y asesora de compras.  

Sigamos para bingo. Mariah Carey y Nick Cannon se tomaron muy a pecho la mítica película protagonizada por Audrey Hepburn y le pusieron diamantes a los imperdibles que sostenían los pañales de sus gemelos, Moroccan y Monroe, que con tales accesorios esperemos que controlaran muy bien los esfínteres. Lo cierto es que con siete años uno de ellos se gastó 5.000 dólares en un portal de Amazon sin que su madre lo supiera. La cantante se lo tomó como una travesura infantil. ¡Dejad que los niños vengan a mí!, diría el gigante del comercio electrónico ante tal trastada. 

La Barbie valorada en 60.000 euros. La Barbie valorada en 60.000 euros.

La Barbie valorada en 60.000 euros. / D. S.

Y para ir terminando, Emme, la hija pequeña de Jennifer López y su ex Marc Anthony está acostumbrada desde que levantaba dos palmos del suelo a llevar abrigos de pieles, mientras que Sandra Bullock regaló en el primer cumpleaños de su hijo Louis un cuadro de Warhol que adquirió en una subasta por el módico precio de 12.000 euros

Tras esta suntuosa -y sórdida- lista, de cara al 19 de marzo, si aún no se le ocurre nada con lo que obsequiar a su padre, aténgase a la realidad. Regale carburante (deje la tacañería y no acuda a una gasolinera low cost) y mucho aceite de girasol. Son presentes de lujo. Acertará seguro. 

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