Tribunales

Rebajada a 16 años y medio la pena al ciberpedófilo de Puerto Real

  • La confesión del "depredador", que se enfrentaba a 21 años, le ha valido para reducir su condena

B.C.S. en el momento de su detención en Puerto Real, en 2017.

B.C.S. en el momento de su detención en Puerto Real, en 2017.

El puertorrealeño B.C.S., un ciberpedófilo "de instinto depredador", aceptó ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza la pena total de 16 años y medio de prisión. El joven, de 31 años años, ha evitado la celebración del juicio tras confesar ser el autor de los hechos por los que venía siendo acusado: captación de menores para elaborar material pornográfico infantil, acoso sexual y amenazas (child grooming y stalking), entre otros.

Una vez que el pederasta admitió la autoría de los hechos, las partes implicadas en este procedimiento llegaron a un acuerdo. Así, la Fiscalía rebajó su petición de cárcel de 274 años a 224. De esos 224, B.C.S. cumplirá, como máximo, 16 años y medio de prisión, el triple de la pena máxima solicitada por la acusación pública (5 años y medio).

El tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza ha impuesto también a este vecino de Puerto Real órdenes de alejamiento respecto a sus víctimas así como el decomiso del material pornográfico intervenido y numerosas indemnizaciones en materia de responsabilidad civil.

Tal y como apuntó el fiscal del caso en su escrito de acusación, B.C.S., movido por su "instinto depredador" de carácter pedófilo, consiguió imágenes de contenido sexual de al menos 37 menores de edad y acumuló más de 5.000 fotografías y cerca de 150 vídeos.

Para ganarse la confianza de sus víctimas, B.C.S. empleaba dos perfiles on line falsos. A veces se hacía llamar Sara y decía tener 14 años. Otra se enmascaraba tras la identidad de un joven nórdico, Vika, con el que era usuario de juegos por internet. Registrado con ambos perfiles, el pedófilo pedía a los chicos imágenes sexuales a cambio de recompensas en los juegos y dinero. En ocasiones, también enviaba fotos suyas de índole sexual a través de WhatsApp y de redes sociales.

Este caso se inició a raíz de una denuncia interpuesta por un joven zaragozano, cuya casa incluso visitó el pedófilio (le envió una foto de la fachada para demostrarle que había estado allí). A partir de las pesquisas policiales practicadas, se identificaron a otras víctimas menores de edad, algunos residentes en Zaragoza y el resto, en distintas localidades españolas.

B.C.S. fue detenido en Puerto Real en marzo de 2017 y desde entonces permanece ingresado en prisión. Casi una década antes, en 2008, fue arrestado por unos hechos muy similares de acoso a menores extranjeros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios