Responsables de otro de los geriátricos cuyo director, según la Guardia Civil, ha sido imputado por un supuesto delito de fraude al haber utilizado tarjetas sanitarias de ancianos ya fallecidos para lograr medicamentos, dentro de la denominada operación Pócima, se han desvinculado del asunto. Se trata del centro de Mayores de Cruz Roja de San Fernando, desde donde, como han hecho desde otras residencias de esa misma localidad y de Jerez, han asegurado que no han recibido notificación alguna de su posible implicación. A través de un comunicado, desde el centro han mostrado su sotpresa asegurando que "en ningún momento ninguna autoridad administrativa ni policial se ha puesto en contacto con esta eesidencia para verificar ni contrastar dato alguno".

"Esta residencia, como cualquier otra, funciona con el programa Receta XXI mediante el cual la medicación se receta a través del centro de salud. El método de reposición de la medicación de tipo crónica como es la del caso que puede afectar a esta residencia, sigue un procedimiento habitual que se realiza de forma automática", aclararon.

Por último, informaron que ayer se personaron en el juzgado de San Fernando, como posible perjudicados, para infromarse del asunto.