Si hay un colectivo especialmente sensible a los vaivenes de la economía es el de los pensionistas. Más de 174.000 personas en toda la provincia que en estos días de campaña electoral son objeto de promesas por parte de los líderes políticos después de que la fuerte inflación de 2007, que cerró en un 4,2%, debilitara su corto poder adquisitivo.

Sin embargo, en esta coyuntura de incertidumbre por la subida de los tipos de interés, los gaditanos pueden sentirse un poco más tranquilos que sus vecinos andaluces y que la mayoría de los españoles. Después de aplicar el incremento compensatorio por la subida del IPC, la pensión media en la provincia se ha situado en los 738,9 euros (123.000 pesetas), la más alta de la Comunidad y la novena del país. Según la última actualización realizada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a principios de febrero, el incremento respecto al año pasado ha sido del 6,7% en Cádiz, una décima por encima de la mejora registrada en Andalucía pero una menos que la nacional.

Y si se echa la vista atrás hasta el comienzo de la legislatura, el crecimiento se eleva hasta un 25,5%, ya que en 2004, el dinero del que disponían los pensionistas gaditanos era de 590 euros (menos de 100.000 pesetas). En números absolutos, el aumento en estos cuatro años ha sido de 140 euros o, traducido en la antigua moneda, 23.000 pesetas.

Otro aspecto destacado en este periodo legislativo es el constante incremento de perceptores que se ha registrado. A día de hoy hay 14.000 beneficiarios más que al comienzo del mandato socialista, lo que puede explicarse por el envejecimiento de la población y el incremento de los afiliados a la Seguridad Social -lo que en parte implica un descenso de la economía sumergida-.

De las cinco prestaciones contributivas existentes, la más importante es la de jubilación porque afecta a más de la mitad de toda la población subsidiada. Al comienzo del mes había 83.827 jubilados en la provincia que perciben una paga media de 852 euros mensuales. Un importe que también les coloca a la cabeza de Andalucía y, además, holgadamente, ya que es 110 euros mayor que el andaluz (742 euros) y 44 que el español (808,4).

Otra comparativa curiosa en torno a este subsidio es que cada año se acerca más al de la incapacidad permanente. Hace cuatro años, la diferencia a favor de este último era de 50 euros, mientras que en la actualidad, los pensionistas que se retiran por alcanzar los 65 años reciben 20 euros más que los que se ven forzados a la inactividad por una lesión que les anula profesionalmente. La razón puede estar en que los mayores tratan de incrementar su cotización en los últimos años laborales o por los mayores apoyos públicos que recibe este colectivo, pero lo cierto es que las prestaciones por incapacidad han sido las que menos han crecido en este periodo y en la actualidad tienen un importe medio de 871 euros.

Mientras, el colectivo de viudos, formado por 51.200 personas, se mueve en los 553 euros y los huérfanos, más de 8.000, perciben una asignación mensual de 316 euros.