Gran premio de españa de motociclismo 2010

Los moteros llegan a última hora y la fiesta prosigue sin incidentes graves

  • La Policía disuade varias 'ghymkhanas' ilegales en la zona sur de Jerez y detiene a dos implicados · Los motoristas respetan las normas y no se quitan el casco en ningún momento

Los aficionados llegaron por fin ayer aunque persiste la sensanción entre los jerezanos que la motorada ha perdido un poco de gas ante la crisis, la acumulación de Grandes Premios en la Península Ibérica este año, que ha podido detraer público, y el habitual 'reparto' de visitantes por las distintas localidades de la provincia. Habrá que esperar a conocer hoy el número de asistentes a las carreras y los movimientos de vehículos en el entorno del circuito para hacer una lectura más sosegada con datos objetivos y no con las sensaciones -aunque los policías locales siguen destacando esa menor asistencia-. No obstante, ayer sábado sí hubo más gente en comparación con el viernes: la evacuación del circuito después de los últimos entrenamientos oficiales fue más lenta, aunque sin complicaciones, lo cual es buena señal: había más público.

A las seis de la tarde el ambiente comenzó a animarse en los habituales 'santuarios' moteros como son las avenidas Europa, Arcos, Lola Flore s y Álvaro Domecq. En la primera había tanto moteros como otros aficionados que acudieron en coche. "Venimos por el ambiente -dijo un joven de Arcos-. Es bonito tomarse unos vasos y ver pasar estas motos tan guapas pero las carreras... por la televisión". La avenida de Europa estuvo transitable toda la tarde, cuando en años anteriores pasar con un coche era bastante complicado, y perfectamente vigilada, como otros puntos, por la Policía Local y las Unidades de Intervención Policial (UIP), que no tuvieron que intervenir. Durante la madrugada estas fuerzas especiales, junto a sus compañeros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la comisaría, sí disuadieron intentos de 'ghymkanas' ilegales en la zona sur -donde el año pasado se produjeron los mismos incidentes-. La movida se repitió por la tarde de ayer en la avenida Blas Infante, donde un grupo de jóvenes, probablemente de Jerez, que hacía carreras ilegales con ciclomotores y 'quads', tiró piedras y botellas a la Policía cuando la fuerza acudió a disuadirlos. Dos de los presuntos implicados fueron detenidos por los agentes y presentados en la comisaría.

Mientras, el helicóptero de la Policía continuó ayer sobrevolando la ciudad y reportando información constante al CECOP de la calle Corredera por si acaso había que desplegar a los agentes antidisturbios o intervenir para regular la circulación.

Salvo esos incidentes, la motorada se estaba desarrollando con plena normalidad, indicaron ayer el Ayuntamiento, Subdelegación del Gobierno y sistema de emergencias 112, y sin accidentes graves de tráfico en el casco urbano al cierre de esta edición. Era prácticamente imposible ver a un motorista con un vehículo de gran cilindrada sin casco o ropa de protección adecuada, se respetaban las normas de circulación -especialmente los pasos de peatones-, y los 'quads' brillaban por su ausencia en los 'santuarios' moteros.

Por si acaso los policías locales estaban pendientes de sancionar las infracciones más graves e incluso la quema de ruedas, indicaron algunos moteros, pero la falta de vehículos que sufre el 092 hace que se estén empleando coches de otros departamentos municipales o vehículos camuflados notablemente obsoletos para patrullar, indicaron varios agentes.

El centro de Jerez permaneció prácticamente desierto de moteros el sábado. Así lo decían varios hosteleros, aunque "siempre hay un 'goteillo'. Es mejor que un fin de semana normal". Sólo algunos grupos aislados se introducían por las calles Larga y Porvera. "Aquí no ha entrado ni un solo motero", decía la farmacéutica de la calle Honda. Muestra de ello es que la 'tortillada' gigante que se hizo en la plaza del Mamelón y el resto de actividades complementarias celebradas ahí tuvieron poco éxito. Además, el partido del Xerez restó público por la tarde para animarse la ciudad después con la salida de los aficionados.

Mientras, en la Feria, algunos motoristas sí entraban a tomarse algo tras estacionar sus monturas fuera del Parque. Pero, como ocurre desde hace años, el éxito lo sigue teniendo o el 'botellón' y la nevera -así se podía ver en la avenida de Europa-, aunque con el hándicap desde el punto de vista económico que, al ser ayer festivo, los hipermercados y resto de comercios -salvo confiterías de barrio o negocios ocasionales que han surgido como despachos de bocadillos y bebidas- estaban cerrados, por lo que se han podido perder unos buenos ingresos en comparación con motoradas anteriores.

Otros puntos que se animaron fueron la rotonda del catavino y la barriada de La Constancia a la caída de la tarde. La tranquilidad fue la tónica dominante también en ambos lugares.

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