Provincia de Cádiz

La metamorfosis de Trafalgar

  • Empresarios y dueños del suelo desbloquean el proyecto hotelero junto al faro · Barbate retoma la regularización de las 800 casas de Zahora en una larga y compleja operación

La renovada Alcaldía de Barbate, con el socialista Rafael Quirós al frente, cree que podrá arreglar la calamidad urbanística de la costa de Zahora "a medio plazo y con pasos firmes". El núcleo rural ha calcado el modelo de desarrollo de la vecina playa de El Palmar, en Vejer: Más de 800 viviendas construidas en suelo rústico y al margen de la legalidad se agrupan frente al mar sin infraestructuras ni servicios mínimos, con cortes frecuentes de suministro eléctrico, con una red improvisada de caminos inundables por asfaltar, y sin una red general de abastecimiento y saneamiento de aguas.

El Ayuntamiento barbateño ha empezado a diseñar un Plan General que cambiará la calificación del suelo en Zahora de rústico a urbano no consolidado. Es su primer paso en la ordenación de la pedanía, una operación compleja desde las perspectivas financiera, técnica y social en la que el equipo del Partido Popular fracasó durante dos mandatos consecutivos.

El cambio de uso del suelo litoral permitirá iniciar un amplio plan de regularización de viviendas y negocios situados fuera de las zonas de protección. "Zahora y los Caños son barrios de Barbate. No podemos derribar casi mil casas porque eso no tiene sentido, y porque hay gente que vive allí desde hace veinte años", responde Rafael Quirós a las reclamaciones de la Fiscalía de Medio Ambiente, contraria a los programas de legalización masiva porque contribuyen al efecto llamada y restan garantías a la ya débil disciplina urbanística de la provincia.

El planteamiento municipal satisface a los vecinos de la pedanía barbateña, más de 1.200, un auténtico grupo de presión representado por la asociación Costa de la Luz, con más de 300 miembros. José Antonio Mármol, presidente del colectivo, recuerda las "falsas promesas" del Gobierno local sobre el futuro de Zahora que los vecinos han escuchado durante dos décadas.

Primero, en el Plan General vigente desde 1996, que establece la necesidad de reformar el núcleo de Zahora ante la proliferación de viviendas. Después, en un convenio de colaboración urbanística suscrito en 2000 entre la agrupación vecinal y el Gobierno local, dirigido por Juan Manuel de Jesús (PP), que reflejaba idéntico objetivo.

El incumplimiento de este compromiso fue recurrido por el colectivo Costa de la Luz ante los tribunales en diciembre de 2005. Justo dos años después, una sentencia formulada por el Contencioso-Administrativo obliga al Ayuntamiento a propiciar, en la próxima revisión del Plan General, la legalización de las viviendas existentes en Zahora y soluciones para los problemas de servicios y tráfico que sufre el entorno.

El equipo de Gobierno de Quirós cuenta con más voluntad que recursos para afrontar la ordenación de la zona. Sólo las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento de agua están presupuestadas en unos 20 millones de euros, según la estimación del Consistorio, cuyas arcas presentan un déficit multimillonario. Las administraciones públicas y los vecinos, a través de "contribuciones especiales", deberán repartirse los costes de la urbanización.

El propósito del Ayuntamiento también es costoso desde un punto de vista temporal. La vecina localidad de Vejer va a tardar más de cinco años en iniciar en El Palmar un plan de reforma como el que necesita la pedanía barbateña. Además, al próximo Plan General de Barbate, cuyo avance se presentará en 2008, aún le quedan varios años de recorrido por los despachos.

Rafael Quirós reconoce que la gestión es complicada pero confía en avanzar en la legalización de viviendas y en la dotación de servicios tanto en Zahora como en los Caños de Meca de forma paralela a los trámites del nuevo plan de urbanismo. Los Caños, a los pies del Parque Natural de la Breña, presenta las mismas carencias de infraestructuras básicas aunque su parque de viviendas, alrededor de un millar, está asentado mayoritariamente en suelo urbanizable.

El comienzo de la reforma de Zahora coincidirá con la ejecución del histórico proyecto hotelero junto al faro, que completará la metamorfosis de la costa de Trafalgar en la próxima década.

La iniciativa empresarial ha cerrado un año en blanco después de la aprobación de la Junta de Andalucía por el desacuerdo entre los propietarios del terreno y los dos grupos implicados en la operación, la división hotelera de TUI, Robinson Club, y la firma mallorquina Hipotels.

La reducción de las posibilidades de explotación de la parcela exigida por la Junta y la revalorización del suelo después de seis años de burocracia provocaron meses de enquistamiento de la negociación, que amenazaba con acabar en los tribunales.

Fuentes de la familia Castro, propietaria de la parcela hotelera, han revelado esta semana que las reuniones mantenidas durante los dos últimos meses han servido para acercar posturas y que el acuerdo que desbloqueará la construcción de hoteles Trafalgar debe firmarse, salvo contratiempos, en cuestión de pocas semanas.

Las obras tardarán al menos otro año en comenzar en la ensenada barbateña porque los empresarios tienen que diseñar su plan de urbanización y el Ayuntamiento deberá tramitar una modificación puntual de su planeamiento urbanístico.

TUI e Hipotes tienen previsto levantar frente al faro dos hoteles de cuatro estrellas para pasar las vacaciones centrados en el mercado de turistas alemanes. Los edificios, de dos alturas, sumarán un máximo de 600 habitaciones y se repartirán en una superficie edificable de 45.000 metros cuadrados con 250.000 metros de espacios libres. La Administración andaluza, a través de la delegación de Obras Públicas, garantiza "una actuación sostenible y respetuosa" con el entorno, y el Gobierno local, que heredó el plan de la gestión del Ayuntamiento del PP, concede a los hoteles un papel decisivo en el futuro del pueblo, pese a la oposición ecologista.

En la franja de Trafalgar, aunque en segunda línea de costa, Barbate tiene reservada una gran parcela urbanizable pendiente de planificación y que admite uso hotelero: La Yeguada. La Junta de Andalucía, a través del delegado de Obras Públicas, Pablo Lorenzo, ha insistido en las posibilidades de explotación de este suelo frente a la complicada operación de Trafalgar, aunque por ahora, según aclara Rafael Quirós, ningún empresario ha mostrado interés por promover en un espacio retirado de la cotizada playa barbateña.

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