Educación

Una joven discapacitada, sin título universitario por no poder hacer el B1

  • Virginia Chacón, sorda profunda, lleva 2 años esperando una solución de la UCA al problema del idioma

La joven Virginia Chacón, en un momento de la entrevista.

La joven Virginia Chacón, en un momento de la entrevista. / Manuel Aranda

Virginia Chacón terminó su grado de Recursos Humanos y Relaciones Laborales en la Universidad de Cádiz, tras concluir con éxito el proyecto fin de carrera. Sin embargo, dos años después, sigue sin tener dicha titulación. El motivo no es otro que el título de inglés B1, un requisito indispensable en el sistema universitario actual pero que en su caso se topa con su discapacidad. Porque Virginia es sorda profunda de nacimiento y desde que comenzó a estudiar “he estado exenta de los idiomas, se han anulado de mi currículo”.

Ante la situación, esta joven jerezana acudió al Departamento de Atención a la Discapacidad que tiene la UCA y “propuse la exención del idioma para la carrera universitaria”. Para ello, envió una carta al inspector de los alumnos, “Mari Carmen Bueno”. “Eso fue el 24 de noviembre de 2016, y hasta ahora sigo sin recibir ningún tipo de respuesta. He ido varias veces a preguntar, porque quiero tener mi título, la última en septiembre, pero nada”.

Virginia no entiende la situación e incluso ha llegado a proponer que usen su conocimiento en lengua de signos “que domino muy bien”, para convalidar el inglés, algo que según le han dicho “no se puede hacer, porque aunque en el marco estatal está homologada, no lo está en el marco europeo”.

Su caso no es el único existente en la provincia de Cádiz. Así lo reconoce Alejandro Fernández, delegado provincial de la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos (FAAS) quien cuenta que “en San Fernando hay otra persona que ha terminado historia por la UNED, pero tampoco puede obtener su título, pese a tener todo aprobado”.

Es más, Fernández destaca que “esta persona llegó a matricularse en la Escuela de Idiomas de Cádiz, y cuando fue a examinarse, habiendo avisado de su discapacidad, le dieron unos cascos, cuando se trataba de una persona sorda profunda”.

El delegado provincial de la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos asegura que “desde que se introdujo el B1 dentro del sistema universitario, las personas sordas hemos tenido problemas porque hay competencias a las que no podemos acceder, hablar y escuchar. En algunas universidades se ha hecho la exención, pero en la UCA, de momento no ha habido esa posibilidad. Una vez más nos sentimos discriminados porque una persona sorda no puede obtener su título universitario, conseguido con su sacrificio, al no acceder a los idiomas”.

“En mi caso he tenido la suerte de obtener psicopedagogía porque fue antes de la nueva normativa, pero ahora las personas sordas seguimos, como en otras facetas de nuestra vida, discriminados”.

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