Sanlúcar

El dragado del río dejará unos 30.000 metros cúbicos de arena en las playas

  • La Autoridad Portuaria de Sevilla llevará a cabo esta actuación de mantenimiento en el Guadalquivir para mejorar la navegación

La Autoridad Portuaria de Sevilla ha iniciado los trabajos del dragado de mantenimiento del estuario del Guadalquivir correspondientes a este año, unas tareas que permitirán "regenerar" las playas sanluqueñas de La Calzada-Las Piletas y Bajo de Guía con la aportación de 30.500 metros cúbicos de arena.

Según ha informado el puerto de la capital hispalense, el objetivo de esta actuación es mejorar las condiciones y la seguridad de la navegación en 13 puntos situados a lo largo de los 90 kilómetros del río que separan Sevilla de Sanlúcar. Los trabajos, cuyo coste estimado es de alrededor de 700.000 euros, se iniciarán en los tramos de Olivillos, la Lisa, la Mata, Punta de la Mata y el Yeso; continuarán hacia las zonas de Puntalete y Salinas, y terminarán entre la Isleta y el tramo de la ante-esclusa.

Está previsto que el volumen global de sedimentos que se extraerán con este dragado será de 239.000 metros cúbicos. De esta cantidad total, 30.500 metros procedentes de los tramos de Puntalete y Salinas irán a parar al litoral de Sanlúcar "una vez analizada la calidad e idoneidad de los sedimentos". Según la citada entidad, "de esta forma el puerto contribuirá al mantenimiento y la regeneración de las playas".

De acuerdo con la información facilitada por la Autoridad Portuaria de Sevilla, esta clase de dragados se realiza de manera periódica para eliminar los sedimentos del fondo del río que se depositan en determinadas zonas y dificultan el acceso de los barcos a la capital hispalense. "Se trata de mantener las cotas de las rasantes actuales en estos puntos del canal de navegación sin superar las profundidades máximas de cada tramo", ha explicado. El programa de actuaciones en marcha recoge una nueva escala de calados con un incremento de 20 centímetros en la profundidad máxima de entrada al canal de navegación, elevándose así hasta los 7,20 metros.

Antes del propio dragado se realizan batimetrías para determinar con precisión las zona de actuación y, posteriormente, los sedimentos son succionados por un barco draga para acumularlos en La Horcada y Butano, los vaciaderos terrestres existentes a tal fin. Después se lleva a cabo la pertinente valoración para comprobar si los sedimentos sirven para la mejora de suelos agrícolas o la construcción.

El dragado del Guadalquivir cuenta con el seguimiento del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, que coordina los estudios que se están desarrollando desde 2013 para la "sostenibilidad del estuario".

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