Tráfico

¿Dónde están los radares que controlan la velocidad en las carreteras de la provincia?

  • La Guardia Civil vigila estos equipamientos, que en ocasiones ha despertado la furia de los vándalos

El radar de Torregorda que fue destrozado por un vándalo.

El radar de Torregorda que fue destrozado por un vándalo.

Las carreteras de la provincia gaditana están salpicadas de radares que controlan la velocidad y disuaden a los amantes de las emociones fuerte sobre el asfalto. Las estadísticas confirman que detrás de la mayoría de los accidentes hay un exceso de velocidad y la ingesta de sustancias como alcohol y droga. 

Gracias a la colocación de estos radares de la Dirección General de Carreteras las cifras de accidentes mortales están descendiendo, aunque haya quien, como el individuo que destrozó dos de ellos en Torregorda y que por ello ha ingresado en prisión, intenta acabar con estos equipamientos por las bravas. Eso, lejos de hacer un favor a la ciudadanía, lo que hace es elevar el riesgo de accidentes en esos puntos negros señalados.

Si quieren conocer dónde están todos los radares de la provincia pinche aquí.

La DGT tiene varios tipos de radares para controlar la velocidad. Son los siguientes:

  1. Radares fijos: Son aquellos que vemos ubicados en cabinas, suelen estar al margen de la carretera, aunque también se encuentran en pórticos o postes. Este tipo de radares debe estar siempre señalizado.
  2. Radares móviles: Son aquellos que están en coches camuflados u oficiales de la Guardia Civil. Estos radares funcionan tanto si el vehículo en el que están instalados está en movimiento como si no.
  3. Radares de tramo: Son más fiables que los fijos, porque hallan la velocidad media que hemos llevado desde el punto A hasta el punto B. Por tanto, es obligatorio durante ese recorrido mantener una velocidad media similar o inferior a la establecida. El funcionamiento es bastante sencillo, en el punto A se sitúa una cámara de visión artificial infrarroja sobre cada carril, con sistema de reconocimiento de caracteres (OCR), capta el momento en el que pasamos por debajo, leyendo la matrícula y realizando una grabación en la que queda constancia del día, hora, minuto y segundo por el que el coche ha pasado. Tras recorrer el tramo llegamos al punto B, en donde se encuentra otra cámara interconectada con la primera, se encarga de registrar los datos del segundo punto. Tras esto un software comprueba y calcula el tiempo y la velocidad media de cada vehículo. Si ésta es superior a la permitida o mejor dicho, tarda menos tiempo del mínimo establecido, los datos se remiten a través de fibra óptica a la DGT, donde se llevará a cabo la multa. Un ejemplo más claro, el radar de tramo situado en Tres Caminos. Estos radares no solo controlan los excesos de velocidad, sino que aquellos vehículos que circulen por debajo del 50% de la velocidad establecida, podrían ser multados.
  4. Foto rojo: Este tipo de radares no mide la velocidad, sino que toman cuenta de aquellos conductores que se saltan un semáforo en rojo. 
  5. Helicóptero pegasus: Es más selectivo y permite observar el comportamiento de los conductores identificando las conductas de riesgo. Está equipado con dos cámaras de vigilancia: una panorámica que facilita el seguimiento y captación de la velocidad, y otra de detalle, dotada con un teleobjetivo que permite leer la matrícula del vehículo, puede actuar desde una altura de 300 metros y un kilómetro de distancia de su objetivo. Además, calcula la velocidad media. Una vez se ha confirmado que el conductor ha cometido una infracción, se envía un fotograma de la grabación al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA). En caso de que la infracción tuviese calidad de delito, el helicóptero contactaría con la patrulla de Guardia Civil más cercana para que interviniese.

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