Puro nervio y puro sentimiento. Así es Teófila Martínez, una política que gesticula de manera llamativa cuando explica las propuestas del PP, que se enciende cuando cita los errores que aprecia en la gestión de los socialistas pero que, al poco tiempo, se emociona cuando recuerda su infancia o cuando relata su compromiso "de corazón" con la provincia de Cádiz y con su capital, de la que es alcaldesa desde 1995.

En plena semana de Carnaval, con los compromisos municipales que ello encierra, Martínez hace un hueco en su agenda para mantener una entrevista con Diario de Cádiz en la que expone su visión actual de la provincia, sus problemas y las soluciones que plantea el PP. Antes, eso sí, tiene tiempo para interesarse a través de su teléfono móvil por el estado de salud de una gaditana que ha superado ya los 100 años de edad.

-Utilizando un símil futbolístico, en la lista del PP ha sentado usted en el banquillo a todo un ex ministro como Miguel Arias Cañete. ¿Demuestra eso que es usted el mejor reclamo electoral del PP en esta provincia?

-Para nada. En primer lugar yo no he sentado a nadie porque Miguel Arias es un gran político que ha jugado un papel muy importante en el PP, sobre todo en estos cuatro años al lado de Mariano Rajoy. Él no está en el banquillo sino que está jugando el partido en la primera línea de la política nacional. Por lo que a mí respecta estoy feliz de que mi partido siga creyendo que soy útil para seguir defendiendo a esta provincia desde el Congreso de los Diputados.

-¿Le molesta que le comparen con el cabeza de lista del PSOE al Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, por la procedencia cántabra de ambos?

-No me molesta porque las situaciones no son para nada comparables. Yo vine a Cádiz hace cerca de 30 años con mi familia, a trabajar y porque así lo decidimos voluntariamente, no porque mi partido me trajera para cubrir un puesto en un momento dado por razones electorales. Yo ni siquiera estaba metida en política. Vine de corazón a vivir, a formar parte de la sociedad gaditana, a disfrutar de sus alegrías y a sufrir con sus penas. Después tuve la suerte de ser alcaldesa de Cádiz y creo que he demostrado que mi compromiso y mi pasión por esta tierra es real y sincera. Eso sí, aunque me mate trabajando nunca haré lo suficiente para devolverle a la sociedad gaditana todo lo que me ha dado en estos trece años.

-También Rubalcaba ha dicho que su compromiso con Cádiz es sincero y que viene a quedarse.

-Bueno, la capacidad de compromiso de Rubalcaba parece bastante variable. Lo digo porque ya se ha presentado por Toledo, por Madrid, por Cantabria... y no sé si habrá cumplido con todas esas provincias. Pero, bueno, me imagino que cuando un político cierra un compromiso con una circunscripción es para cumplirlo.

-¿Cómo valora la situación actual de la provincia en cuestiones que dependen directamente del Ministerio del Interior que dirige Rubalcaba, como la seguridad o el narcotráfico?

-Es una evidencia que hemos ido hacia atrás, sobre todo con el funcionamiento del SIVE. Es curioso que Rubalcaba, cuando estaba en la oposición, criticó la implantación del SIVE, y cuando llegó al Gobierno lo extendió a Huelva, Málaga, Granada y Almería. El problema es que aquí lo ha descabezado de personal. Ahora vienen más pateras porque las mafias saben que el SIVE no funciona como tenía que funcionar. Además, en el Campo de Gibraltar han quitado embarcaciones de vigilancia, que han sido enviadas a otros países, y sólo en esa comarca faltan 250 policías nacionales y 140 guardias civiles.

-Desde su designación como candidata se ha centrado casi en exclusiva en abordar el problema del paro en la provincia...

-Claro, es que es el problema número uno de los gaditanos. Mi obsesión es hacerle ver a la sociedad gaditana que sólo un Gobierno del PP será capaz de hacer descender el paro y de crear empleo en esta provincia. Eso ya lo demostramos con creces en los ochos años de Gobierno de Aznar. Con Felipe González, Cádiz sufrió las mayores tasas de paro, con Aznar se consiguió que el desempleo bajara en 18 puntos y se quedara en los 75.000 parados y ahora, con Zapatero y Chaves, el paro en la provincia ha superado el listón de los 113.000 parados. No tenga la menor duda de que yo eso se lo voy a refrescar a los gaditanos cada día de la campaña. Insistiré en que un Gobierno del PP en Madrid es la única solución para crear empleo en esta provincia. Y que, si además Javier Arenas es presidente de la Junta, el objetivo del pleno empleo será factible.

-¿Y no piensa usted que los planes de reindustrialización impulsados por el Gobierno y la Junta y la puesta en marcha del polígono de Las Aletas pueden ser la panacea para aliviar la situación?

-Tras 25 años de Gobierno socialista en Andalucía estas últimas iniciativas me parecen tan creíbles como las ZAEs, la ZUR, las grandes áreas de expansión, los planes de reindustrialización del Campo de Gibraltar o el Plemca. O sea, nada. Además, si los socialistas son tan buenos como ellos mismos dicen, ¿por qué no han aplicado estos proyectos en estos cuatro años para evitar que el número de parados llegara a las 113.000 personas? Yo soy incrédula en estas cuestiones pero, bueno, ojalá den resultados.

-¿Y cuáles son las soluciones que plantea el PP?

-Sobre todo ofrecer a los gaditanos proyectos realizables, cuantificables en el tiempo y creíbles. Por ejemplo, esta provincia necesita urgentemente volver a los mismos niveles de ejecución y de elaboración de proyectos en infraestructuras y equipamientos que había en la etapa de Aznar. En estos cuatro años los socialistas se han dedicado sólo a ejecutar los proyectos adelantados por el PP y, además, lo han hecho con mucha lentitud. Como obras propias sólo han hecho el desdoble de la carretera del Río San Pedro y el carril reversible del puente Carranza. Y punto. En cuatro años no han sido capaces de hacer el proyecto del nudo de Tres Caminos, han sacado dos veces a exposición pública el proyecto de la autovía Vejer-Algeciras, dicen ahora que van a retomar el tren a La Cabezuela cuando ellos mismos lo frenaron, no han hecho nada para la conexión ferroviaria de las dos bahías, cuyo estudio de viabilidad encargó el Gobierno del PP, y el segundo puente, que podría estar en dos años, va a estar en cuatro. Más inutilidad no la hay.

-La precampaña del PP a nivel nacional está sustentada de manera importante en la supuesta crisis económica actual. ¿Cree usted que el ciudadano se mira el bolsillo antes de votar?

-Hombre, cuando la situación económica es complicada, sí. Uno que sufre problemas de desempleo o de otro tipo y se siente mal, se mira el bolsillo, ve la situación, ve la oferta de cada partido, de quién se puede fiar más y después hace su apuesta. A mí me parece muy triste que haya gente que se resigna cuando ve que un litro de leche cuesta ya igual que un litro de gasolina. Ante eso hay que reaccionar y dar un paso adelante. El PP ha demostrado que puede solucionar con más eficacia que los socialistas los problemas sociales. Los socialistas están abusando de ese componente según el cual los de izquierdas son los únicos que se preocupan por el bienestar de las personas y por los más desfavorecidos. Y eso es una burda mentira. Todas las opciones políticas están preocupadas en un grado muy importante por el bienestar de los ciudadanos. Aquí se trata de ver quién es más eficaz y quién soluciona los problemas sin crear sociedad dependiente.

-¿A qué se refiere con lo de sociedades dependientes?

-Mire, yo no entiendo la política como una subasta. La política no es una broma sino trabajar para mejorarle la vida a los ciudadanos. Desde el PP ofrecemos seriedad en nuestras propuestas y garantías de cumplimiento. Y la política que aplica el PSOE va a lo facilón, pero no soluciona esos problemas. Por ejemplo, si yo soy una madre trabajadora con un hijo de menos de tres años de edad, yo lo que quiero es que me den en mi ciudad una plaza de guardería para mi hijo. No necesito que Zapatero y Chaves me den una limosna de 300 euros cuando a ellos les apetezca o les sobre el dinero. Prefiero vivir de mi trabajo. Y si tengo a mi cargo a un familiar dependiente, preferiría que esa persona estuviera bien atendida en horario diurno en un centro en condiciones para yo poder trabajar y atenderla por la noche, en vez de tener que quedarme en mi casa esperando a que me den esos 300 euros. Esa es la diferencia.

Yo creo que ha llegado el momento de que una sociedad libre como la española no se deje engañar por las apariencias. ¿Cuántas residencias de mayores ha hecho la Junta con su dinero? Ni una. ¿Y cuántas residencias para enfermos de Alzheimer ha construido la Junta pagándolas al cien por cien? Ni una. Comprendo que haya personas que por lo que sea ven a los socialistas más creíbles. Yo eso lo respeto. Pero yo tengo que intentar convencer a esas personas de que eso no es así, que sus problemas tienen solución. Y en democracia eso se hace cambiando a los que están.