El déficit presupuestario histórico del Ayuntamiento de Jerez triplica la suma de los de los otros seis consistorios aglutinados en la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz. Este es uno de los aspectos más destacados de la comparativa de los remanentes negativos de tesorería de estas siete administraciones locales, junto con el aspecto positivo que aporta el de San Fernando que es, con diferencia, el que mejor ajuste presupuestario presenta.

A fecha del 31 de diciembre de 2009, según datos oficiales extraídos por este periódico de las actas de los acuerdos plenarios de liquidación de dicho ejercicio, el Ayuntamiento de Jerez -sin contar sus empresas municipales- presentaba un remanente negativo de tesorería que superaba los 386 millones de euros. Este dato viene a atestiguar un desfase histórico extraordinario entre lo ingresado y lo gastado año tras año por este Consistorio, lo que le ha llevado a poner en práctica un plan de saneamiento.

La cifra de Jerez triplica con creces la suma de los déficits de los otros seis ayuntamientos, de los cuales destaca el caso del Consistorio de El Puerto, con un déficit histórico de casi 46,2 millones de euros. Del resto de municipios, Cádiz presenta un déficit cercano a los 22,2 millones; Puerto Real, de 18,4; Chiclana de 13,5 y Rota de 11,3. San Fernando, con un remanente negativo a finales de 2009 inferior a los cuatro millones de euros, es el que mejor balanza registra de todos.

Si estas cifras negativas se comparan con la población oficial de cada una de estas localidades -el padrón en vigor data del 1 de enero de 2010-, llama la atención que el déficit por habitante en Jerez se dispara hasta los 1.848,46 euros, mientras que en el polo opuesto cada isleño apenas adeudaría unos 40,26 euros. Por la diferencia de población, El Puerto, Puerto Real y Rota, por este orden, superarían a Cádiz en el aspecto negativo de sus ajustes presupuestarios.

En los últimos años, la tónica general en todos estos ayuntamientos ha sido el incremento continuo de los números rojos de estos remanentes de tesorería. La crisis económica, que ha repercutido de lleno en la economía de las familias y de las empresas, ha conllevado una reducción drástica de los ingresos en las arcas municipales por conceptos de impuestos y tasas. Este elemento ha forzado un desequilibrio presupuestario general, aunque, a la vista de las cifras oficiales aportadas en este informe, algunos ayuntamientos de la Bahía han sido más ágiles que otros a la hora de enmendar la situación.

El aumento sin freno de la inmensa mayoría de estos déficits históricos permite pensar que muchos de estos ayuntamientos optan al inicio de cada ejercicio por hinchar de manera irreal sus capítulos de ingresos, que a finales de año suelen quedar muy lejos de lo realmente recaudado. En paralelo, y salvando honrosas excepciones, cada una de estas corporaciones locales opta por no ajustar debidamente su política de gastos.

El remanente negativo de tesorería es un indicador muy significativo que, sin embargo, no aporta la deuda global de un ayuntamiento, ya que a este dato hay que sumar tres pilares más: las deudas con las entidades bancarias, las facturas sin consignación y las deudas contraídas con las concesionarias.