La prórroga de la declaración de zona acústicamente saturada planteada por el equipo de gobierno fue uno de los temas que suscitó un mayor debate entre las cuatro fuerzas políticas que conforman la Corporación municipal en la sesión celebrada el pasado jueves por la noche, hasta el punto, que la falta de acuerdo provocaba que el tema quedara sobre la mesa para que con posterioridad sea abordado por la Junta de Portavoces.

IU hizo balance de los resultados de la medida que se aplicó en la localidad en el verano del 2005 con el objetivo de equilibrar el derecho al descanso de los vecinos con el de la diversión y que implicó una serie de actuaciones como la reducción de horarios a las discotecas, la limitación en la concesión de licencias de aperturas a nuevos locales en la zona afectada, área de concentración de pubs y negocios nocturnos y el desarrollo de estudios y mediciones con periodicidad en cuanto al nivel del ruido. La iniciativa supuso una limitación importante en los horarios de cierre, que supuso el cese de la actividad nocturna a las cinco de la mañana como hora tope en establecimientos como Las Carpas y las discotecas del centro.

A los dos años de su puesta en marcha los niveles siguen siendo elevados por lo que se ha propuesto la posibilidad de una prórroga de un año tras rechazar las alegaciones planteadas por empresarios afectados. La oposición en su conjunto no se mostró satisfecha con los resultados de esta medida. El socialista Diego García denunció el "grave problema de ruido que padece el municipio, pero no todo se soluciona con prohibir", acusó a IU de abandonar el centro del pueblo y defendió la propuesta de su partido de crear un Polígono de ocio como solución a todos los problemas de la movida nocturna. Por ello se mostraron en contra de la restricción horaria.

Por su parte, Bartolomé Ramírez (PP), también afirmó que "los resultados no han sido los esperados" y apostaron por "incrementar el horario para evitar que todo el mundo salga en tromba, la flexibilidad horaria puede ser una solución". Algo con lo que también coincidía el andalucista Manolo Zara.