Un agente de la Guardia Civil resultó herido leve la madrugada del pasado sábado en Setenil al ser tiroteado por uno de los ocupantes de un vehículo que no se detuvo ante un control de carretera montado por miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Cádiz. Los autores de los disparos lograron huir. Fuentes cercanas a la investigación consideran que todo apunta a que los autores de los disparos son integrantes de la banda que a principios del pasado julio mató a una joven en la barriada de El Marquesado, en Puerto Real.

Esa banda perpetró dos violentos asaltos a viviendas de ese núcleo rural en apenas media hora el pasado 5 de julio. En una de las agresiones fue herido un hombre. En la otra falleció Tamara Leyton, de 19 años de edad, y también fueron heridos dos familiares de la joven. El grupo había actuado previamente en El Berrueco, en Medina.

Los disparos en el control de carretera montado en Setenil fueron realizados con una escopeta. Al acercarse a los guardias civiles, un hombre se asomó por una ventanilla de un automóvil y sin más comenzó a disparar el arma contra los agentes. Uno de los guardias que se enfrentaron a los ocupantes del vehículo que desobedecieron la orden de detenerse recibió uno o varios impactos de perdigones en la cabeza, según indicaron algunas fuentes. No obstante, el agente sufrió heridas leves de las que se está recuperando.

En el caso de Puerto Real, fueron dos asaltos consecutivos los que se registraron en casas distantes entre sí unos dos kilómetros. El primero tuvo lugar en una vivienda sita en la calle Colibrí. Aquí recibió un impacto en un muslo, que dañó gravemente la arteria femoral, Manuel Sánchez González, un militar retirado de 48 años de edad, soltero, natural de San Fernando.

"Me dispararon tres veces. Iban a matarme y sólo quiero saber porqué", declaró la propia víctima a este diario en la habitación del hospital donde se recuperaba de sus heridas.

Ni media hora después, todo indica que eran los mismos dos asaltantes quienes irrumpieron en otra vivienda situada en el carril Zurraque, entre El Marquesado y la zona de La Chacona. Le dispararon por la espalda a Tamara Leyton cuando intentaba a huir. La joven, que dejó huérfana a una hija de pocos meses, había acudido a la entrada de la casa, alertada por el ruido que hacían sus atacantes. Murió casi en el acto. Mejor suerte tuvieron su madre y su hermano, Francisca Agüera, de 65 años, y José Leyton, de 22, y otro joven de 14 años, que, aunque heridos, salvaron la vida.

El caso de El Berrueco sucedió el pasado 17 de junio. Un hombre de 48 años de edad, M.F.T., fue herido de gravedad en su pierna derecha y en el abdomen al recibir varios disparos de escopeta la madrugada del sábado 14 de junio.

En aquella ocasión, según declaró la propia víctima (que tuvo que ser hospitalizada a causa de la gravedad de las heridas sufridas) fueron cuatro sujetos los que asaltaron su vivienda. Los atacantes ocultaban su rostro con pasamontañas.

El herido relató que los asaltantes estuvieron registrando su coche y un trastero situado al lado de su vivienda, una casa de campo donde se encontraba en compañía de su mujer y uno de sus hijos, de 17 años.

Cuando los merodeadores fueron sorprendidos, emprendieron la huida en un turismo Seat León de color gris perla. El dueño de la casa les soltó un perro doberman. Entonces dos de los encapuchados se bajaron del automóvil y dispararon a muy corta distancia contra M.F.T. y también contra el animal.

Se han producido otros asaltos con similar modus operandi en el último año al menos en otro municipio de la provincia.

Es el caso de Sanlúcar, donde se han registrado ataques similares con escopeta. Los investigadores vinculan esos asaltos con ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico.