Costa Noroeste

191 ataques en 2016 y otros 10 más en 2017

  • Aumenta el número de tripulaciones secuestradas por los piratas para lograr mayores rescates económicos

Los servicios de inteligencia de los países de la Unión Europea implicados en la Operación Atalanta han señalado un importante incremento en el número de casos con secuestro de tripulantes acaecidos en 2016.El pasado año se registraron un total de siete secuestros de tripulaciones, lo cual constituye un aumento de este tipo de sucesos.

El número total de actos de piratería registrados en el mundo se cifró en 190. Sin embargo,en el área de la misión naval de la UE (desde el Cuerno de Africa hasta Madagascar), los casos detectados se redujeron debido a la presencia de los buques de guerra.

Pese a ello, 150 barcos de todos los países fueron abordados por piratas en distintos puntos del globo, mientras que una docena fueron tiroteados. Desde enero de 2017 hasta ayer, se han producido ya una decena de ataques.

Los expertos en seguridad subrayan la peligrosa situación que vivió un tanquero asiático, cuyos tripulantes fueron sorprendidos por piratas a unas 300 millas naúticas (casi 600 kilómetros de distancia) de la costas de Yemen, mientras surcaban el Golfo de Adén,en octubre del pasado año.

Los agentes de seguridad privada enrolados en el buque hostigado realizaron disparos de advertencia, pero fueron respondidos por los piratas con nutrido fuego de fusiles automáticos.

El riesgo que una balacera así supone en un petrolero es considerablemente elevado. Sin embargo, tras radiar avisos de socorro, el helicóptero artillado de una fragata japonesa que patrullaba por ese sector marítimo acudió en ayuda del navío atacado.

Desde 2008, fecha de incio de la Operación Atalanta, la piratería ha evolucionado peligrosamente en el Oceano Índico, aunque el número de ataques en la zona se haya reducido considerablemente.

Una de las circunstancias que ha tornado más osadas a las redes de pechelingues, ha sido la creación de una trama de blanqueo de dinero, que permite convertir rapidamente el montante obtenido por los rescates en los canales financieros y del mercado inmobiliario en Kenia.

El abandono de la Unión Europea por parte de Gran Bretaña puede constituir un nuevo factor favorable a los ataques de los saqueadores marinos, pues las negociaciones para el pago de rescates y liberación de rehenes suelen ser canalizados mediante bufetes de abogados y bancos de inversión radicados en Londres.

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