Primero cayó la barrera del puente Carranza. De aquello muchos aún se acuerdan pese a que han pasado tres décadas (1981). Luego fue la de Jerez. Y desde hace cinco años, sólo pervive el paso de Las Cabezas, el último, y probablemente, duradero peaje para salir de la provincia más sureña e insular, física y metafóricamente, de la Península.

El 22 de mayo de 2005, a las 00.00, Aumar levantaba por última vez la barrera en Jerez. Fue una decisión histórica porque ponía fin a una actividad de 33 años y medio (desde el 5 de noviembre de 1971), a unos 12.250 días pasando por caja para entrar o salir de la Bahía. El peaje se eliminó físicamente, pero se sigue pagando por circular por esta vía porque no se produjo un rescate, sino sólo la liberalización, la supresión del paso. En virtud del acuerdo con la Junta de Andalucía, Aumar recibe desde entonces un canon "para preservar el equilibrio económico-financiero de la concesión administrativa" que se mantiene vigente, según recoge el Real Decreto el convenio 609/2005. El peaje se abona, por lo tanto, a través de crecientes desembolsos anuales con cargo a los presupuestos de la empresa pública Gestión de Infraestructuras de Andalucía (Consejería de Obras Públicas). Es lo que se llama peaje en sombra.

En este lustro, el desembolso total alcanza los 39,1 millones euros y las cifras anuales han oscilado entre los 3,7 millones de 2005 y los 7,9 librados en el actual ejercicio. Según constataron tanto la compañía como la Administración, el pago se ha efectuado correctamente dentro de los tres primeros meses de cada ejercicio, ya que el convenio contemplaba incluso un interés en el caso de que la cantidad no llegara en este plazo establecido. Salvo que haya modificaciones en el acuerdo, así será año tras año hasta 2019, fecha en la que expira la concesión del Estado a Aumar para la explotación de esta autopista. Cuando llegue ese momento, la Junta habrá completado los 72,3 millones previstos inicialmente más las cantidades adicionales que se deriven de la aplicación del IPC anual. Es decir, la suma podría superar los 75 millones de euros (casi 12.500 millones de pesetas). ¿Qué ocurrirá entonces? Primero porque ninguna autopista ha llegado al final de la concesión, ya que siempre se ha prorrogado o modificado anteriormente a su finalización. Si no se renueva el contrato público, el Estado se haría cargo enteramente de la carretera y se eliminaría el peaje de Las Cabezas. Pero si se amplía más allá del 31 de diciembre de 2019, la Junta y Aumar tendrán que volver a sentarse a la mesa para pactar una nueva solución. ¿Podría volver a instalarse el peaje? Parece dudoso, pero entonces, ¿seguirá costeándolo directamente la Administración?

El impacto que esta medida ha tenido en la circulación de la AP-4 ha sido claro. Según los datos del Ministerio de Fomento, los 93,8 kilómetros que comprenden esta carretera de alta capacidad registraron en 2009 una intensidad media diaria (IMD) de 23.774 vehículos, lo que supone un incremento del 21% respecto a 2004 (19.642). El avance se produjo inmediatamente tras la liberación porque coincidió con la etapa de crecimiento económico y el máximo se alcanzó en 2007, cuando se sobrepasó la cota de los 25.000 (25.138). Desde entonces, la crisis ha pasado factura y la circulación ha bajado, algo que no ocurría desde 1996.

Pero esta evolución global ha sido incluso mejor, como era previsible, si se observa sólo el tramo entre Puerto Real y Jerez Sur. De 5,1 millones de vehículos anuales en 2004 se ha pasado a más de siete millones en 2009 (7.042.979, en concreto). Comparando ambos registros, el salto ha sido muy superior: un 38%. Además, este entorno de los siete millones se ha mantenido estable desde 2006, por lo que puede concluirse que ésta es la intensidad regular de la AP-4 en estos 21 kilómetros.