Puerto Real

El alcalde de Puerto Real no se presentará a las elecciones de 2019

  • "Me he quemado demasiado pronto", reconoce Antonio Romero, de Sí se puede

  • "Sería más noticia que anunciara que no sigo estos dos años, pero intentaré aguantar", afirma

El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, presidiendo el último pleno municipal.

El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, presidiendo el último pleno municipal. / C.P.

Había amagado varias veces, pero ayer lo confirmó. El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero (de la formación Sí se puede, próxima a Podemos), no se presentará a las elecciones municipales que se celebrarán en 2019. Lo dijo primero por la mañana, en una entrevista a los alcaldes de la Bahía, en Radio Cádiz de la Cadena Ser. Lo ratificó por la tarde en declaraciones a este periódico.

Romero, conocido como Rorri, dijo con rotundidad: "Sí, es el titular; no me voy a presentar, esa es mi intención". El aún alcalde de Puerto Real señaló como causas fundamentales de su decisión el hecho de haberse encontrado un Ayuntmiento en unas condiciones económicas al límite que impiden cualquier movimiento municipal. Además, en los últimos meses, la relación con los grupos de la oposición ha empeorado sustancialmente.

Ayer, Romero aseguraba a este periódico que "mis compañeros sabían de mi intención desde hace tiempo, aunque me pedían que no lo dijera en público". Incluso, fue a más y aseguró que "más noticia sería que dijese que no sigo los dos años que me quedan, pero de momento voy a intentar aguantar".

El alcalde puertorrealeño admitió igualmente haberse "quemado demasiado pronto", aunque "en estos dos años, quién sabe, pueden pasar muchas cosas. Lo que es seguro es que mi intención hoy es no presentarme, lo tengo claro".

También aseguró Romero que "soy consciente de que no es muy corriente que un alcalde diga que no se va a presentar dos años antes de las elecciones, eso suele ocurrir unos meses antes de la cita electoral, pero es que yo tampoco soy un político al uso".

Pese a estar en la primera línea política, Romero ha intentado siempre desmarcarse de ella. Hace una semana, en una entrevista que concedía a este periódico, reconocía que el sillón de la alcaldía "le quemaba". Incluso recordaba una conversación que había mantenido con uno de los alcaldes de la Bahía en la que le reconocían que pese a las dificultades del cargo sentía que la política era una droga difícil de dejar. "Yo veo imposible que esto a mí me cause adicción", apuntaba.

En estos dos años el desgaste político le ha venido por varios frentes. Apenas seis meses después de tomar posesión vio como uno de sus compañeros, Andrés Rodríguez, abandonaba el equipo de gobierno para pasar a hacer una dura oposición como edil no adscrito. "Un tránsfuga", según Romero. Especialmente complicado para el alcalde fue la dimisión de su compañera Mónica González, por su implicación en el caso Eurowork, del que fue absuelta. En ese momento Romero tuvo que asumir la responsabilidad de la Hacienda municipal hasta la llegada de Fátima Pontones. Las dimisiones de otros concejales como Antonio Navarro y del teniente de alcalde de Urbanismo, Iván Canca (Equo) se sumaron posteriormente.

La relación con la oposición tampoco pasa por sus mejores momentos. Izquierda Unida, que ofreció su apoyo para la investidura de Romero, reconocía recientemente que se sentía "engañada" y la politica del Partido Andalucista es "de acoso y derribo, de oposición destructiva", considera Romero. Ha sido el PA quien ha llevado al alcalde puertorrealeño a los juzgados por varias causas que no han tenido mucho recorrido. Con el PSOE, que hasta ahora había sacado al gobierno local de algún apuro, la relación ha empeorado y se ha evidenciado en los plenos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios