Construcciones ilegales

Ola de derribos en Chipiona

  • Demolidas hoy una vivienda y una nave por orden judicial. Otra casa denunciada por el Ayuntamiento correrá mañana la misma suerte.

La vivienda de la zona de Montijo, ya demolida esta tarde.

La vivienda de la zona de Montijo, ya demolida esta tarde.

Tensión máxima en Chipiona. Una vivienda y una nave ganadera de la localidad han sido demolidas hoy por orden judicial a instancias del Ayuntamiento. A estos dos inmuebles ilegales se sumará mañana otra casa del municipio sobre la que también pesa una sentencia de derribo.

En la actualidad, son casi una treintena las construcciones irregulares que se encuentran en la misma situación, originada por los expedientes de infracción urbanística que el Consistorio chipionero abrió en 2004 y años posteriores. Estos primeros derribos han reavivado la enorme incertidumbre cargada de preocupación que viene sufriendo desde hace más de una década el colectivo local de afectados sin haber obtenido del Ayuntamiento ni de los juzgados una solución satisfactoria, según se quejaban hoy mismo in situ.

La vivienda demolida hoy era la segunda residencia de una pareja de Sevilla con hijos. Situada en la zona de Montijo, cerca de la Venta Aurelio, estaba construida sobre una finca de 727 metros cuadrados con piscina. “Nos van a destrozar la vida”, afirmaba su propietario, Manuel Ferrusola, minutos antes de la llegada de la Guardia Civil para notificarle el desalojo previo al derribo. Sus reiteradas peticiones de regularización durante tantos años cayeron en saco roto. Rechazó sin éxito la versión oficial de que se trataba de una “vivienda aislada”, habida cuenta de que en el entorno “hay casas por todos lados” que ni siquiera han sido denunciadas por el Ayuntamiento.

Jornada de derribo de viviendas en Chipiona

Visiblemente emocionado, este sevillano de 52 años comentaba que la consideración de segunda residencia era relativa en su caso, porque, sumando las vacaciones completas y todos los fines de semana, su familia venía disfrutando de la casa de Chipiona casi medio año. De hecho, está empadronado en la localidad desde 2009, “como si fuera un chipionero”. Este mazazo romperá su costumbre de lo que le ha dado “vida” desde que era niño, hace ya 47 años, cuando comenzó a visitar Chipiona.

Su esposa, Inmaculada, ni siquiera tiene fuerzas para hablar.  Los nervios están a flor de piel. Un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil y la Policía Local anuncian que se acerca la máquina para cumplir con el mandato judicial. Poco más de dos horas después, no habría más que escombros en su finca.

Los chipioneros afectados que están más o menos organizados todavía no se creen lo que está ocurriendo después de 14 años de “sufrimiento”. Comparan la problemática de Chipiona con las soluciones planteadas en otros municipios, como Chiclana o El Puerto, que han promovido la regularización de centenares de viviendas. Además, no entienden cómo unas casas sí tienen sentencias de demolición y otras no, pese a encontrarse en situaciones idénticas. Han intentado en vano que haya una salida para los propietarios de las viviendas que tiene sentencias de demolición en el ámbito de la regularización planificada por el Consistorio. Lamentan que no haya vuelta atrás, que una especie de lotería de la mala suerte señale a unas pocas edificaciones ilegales entre cientos de construcciones levantadas en las mismas circunstancias.

La asociación de vecinos de Valdeconejos-La Jara-Montijo ha estado hoy muy atenta a lo que sucedía en la zona. Su presidente, José Manuel Ahumada, mostró su apoyo a los afectados. “No es normal lo que está pasando”, lamentaba criticando que no se lleve a cabo una regularización de viviendas en Chipiona. De nuevo salía a relucir el ejemplo de Chiclana. Y también la comparación entre casas que se salvan del derribo y casas con sentencias de demolición.

La mayoría de las cerca de 30 construcciones afectadas son viviendas, pero también hay otros inmuebles ilegales. Es el caso, por ejemplo, de la nave del Camino del Olivar demolida esta mañana, horas antes de la demolición de la casa de Montijo.

Para hoy también estaba previsto otro derribo en otra zona de Chipiona: el Camino de Santo Domingo, en las proximidades de la Venta El Menuito. Con el respaldo de numerosos familiares y amigos, Francisco Moreno y Dolores Selma, de 60 años, aguardaban a que las gestiones de su abogado surtieran efecto para evitar la demolición de la casa en la que viven desde hace once años. Finalmente, este matrimonio sanluqueño consiguió ganar algo de tiempo, poco más: hasta este miércoles a las diez de la mañana. Moreno, conocido empresario de Sanlúcar que regenta un concesionario de coches en la ciudad, confesaba estar “destrozado”. Y lo peor para la familia está por llegar mañana.

El Ayuntamiento de Chipiona ha rehusado hoy pronunciarse públicamente sobre estas demoliciones que, de manera sorpresiva, devuelven a la actualidad la compleja problemática de este municipio en materia de construcciones irregulares.

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