Aunque las solicitudes presentadas superaban el medio millar, sólo la mitad -unas 260 personas- se presentaron ayer tarde a las oposiciones para optar a una de las cuatro plazas de conserjes convocadas por el Ayuntamiento isleño.

Las pruebas, que hace tres semanas tuvieron que ser suspendidas por la bronca que se originó entre tribunal y opositores, transcurrieron con absoluta normalidad, según informó a su conclusión el presidente del tribunal calificador, el concejal andalucista Francisco José Romero.

Los exámenes -consistentes en un dictado y en una prueba de aritmética- se desarrollaron en dos aulas de la Facultad de Medicina de Cádiz, donde el Ayuntamiento decidió trasladar las oposiciones por la falta de espacio disponible en La Isla. Este problema, precisamente, desencadenó el descontento generalizado entre los opositores que obligó al tribunal a suspender las pruebas en el pasado mes de noviembre, cuando un grupo de aspirantes, relegado al segundo turno, irrumpió en el aula en la que se celebraba el examen.

A diferencia de lo ocurrido aquel día, la tranquilidad fue la nota predominante ayer, aunque -claro- al examen sólo se presentó la mitad de lo aspirantes que habían echado su solicitud.