Tarifa

Las cenizas de los incendios dañan los arroyos de Tarifa tres meses después

  • Los restos obligaron incluso a cortar el suministro en El Cuartón

  • Además provocan turbidez, pérdida de suelo fértil y modifican el ph

Comparativa del estado de un arroyo de Tarifa antes y después del incendio.

Comparativa del estado de un arroyo de Tarifa antes y después del incendio. / E. S.

El incendio que a mediados de agosto consumió 150 hectáreas del paraje tarifeño de El Palancar, en el Tajo de las Escobas, todavía no ha parado de hacerle daño al Parque Natural. Las cenizas se acumularon en la parte alta de algunos arroyos de la zona y las lluvias de hace unas semanas hicieron el resto para que acabara contaminando el caudal. Tal es la afección del río que a finales del mes pasado la empresa Aqualia se vio obligada a interrumpir durante dos días el suministro en la zona de El Cuartón.  

El colectivo ecologista Agaden considera que "el exceso de turbidez con la que llega el agua a la estación de tratamiento y distribución" tuvo como resultado que se ha perdido el suelo fértil de la zona. Los restos del fuego arrastrados han generado una enorme suciedad, por ejemplo, en el río Guadalmesí, hasta el punto de que la pequeña presa sobre el mismo que abastece a la urbanización del Cuartón se vio afectada.

"Los efectos directos de los incendios sobre la vegetación y la fauna de la superficie son gravísimos, éste de la zona del Palancar llegó a afectar a una zona de grado A (Zona de reserva) del Parque Natural de Los Alcornocales", desvelan los ecologistas, que subrayan que los efectos secundarios de estos desastres ecológicos "son brutales si no hay una buena gestión forestal tras el incendio".

Tras los incendios las consecuencias negativas en el suelo y en la importante biodiversidad que alberga se prolongan durante tiempo y en algunos casos son letales e irreversibles, como es el caso. 

No solo los vecinos de El Cuartón se quedaron sin agua unos días. Tras la erosión por la lluvia de la zona incendiada, las cenizas han acabado en el agua del arroyo, de modo que ha modificado su ph y ha aumentado la turbidez, lo que puede producir la mortandad de las especies acuáticas de la zona, tanto de fauna como de especies vegetales de ribera.

"Lamentablemente tras los incendios no se aplican por parte de las administraciones competentes (Junta de Andalucía o Ayuntamiento de Tarifa, propietario del monte incendiado) medidas de prevención y recuperación-restauración de las zonas afectadas por los incendios", lamenta Agaden.

Si la afección sufrida por el arroyo Guadalmesí ha quedado patente con el corte del suministro de agua al Cuartón, peor es la situación en la que se encuentran otro arroyo de Tarifa, donde se localiza una de las captaciones que abaste de agua al municipio. Algunos están colmatados totalmente en su parte alta, con una capa de cincuenta centímetros de cenizas que supone una amenaza múltiple. 

A finales de agosto, un anciano, vecino de la barriada algecireña de Pelayo, fue identificado como el supuesto responsable de algunos de los doce incendios forestales registrados durante este verano en los montes de Tarifa, tanto en el Parque Natural del Estrecho como en el de Los Alcornocales. 

El incendio de El Palancar tardó varios días en ser extinguido en medio de un fuerte levante y eso que los efectivos del Infoca contaron con la ventaja de la alta humedad. 

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