La semana no ha empezado muy bien para la compañía aérea Spanair, que ayer tuvo que cancelar al menos seis vuelos en diferentes aeropuertos del país. Uno de ellos afectó a los usuarios del aeródromo jerezano, que vieron frustrada su llegada a la capital española hasta la mañana de hoy. Concretamente se trataba del vuelo JKK6217, cuya llegada de Madrid estaba prevista para primera hora de la tarde y debía salir a las 18:30 horas. Entre los pasajeros reinaba una mezcla de tensión, por la catástrofe de Barajas, y de indignación. Los más afortunados tuvieron la oportunidad de coger un vuelo con Iberia, pero la gran mayoría se quedó en tierra rellenando hojas de reclamaciones. Fuentes de la compañía informaron que en las cancelaciones y en los retrasos influyeron problemas técnicos, aunque también se produjeron porque la tripulación había excedido el cupo de horas de trabajo continuado.