La delegada municipal de Vivienda y Grandes Proyectos, Teresa Ruiz-Sillero acusó ayer a la oposición de estar realizando llamadas intimidatorias en relación al desarrollo de las obras del nuevo Ayuntamiento. Según la edil popular, "el PSOE se está equivocando en la forma de hacer oposición, porque en vez de hacer una oposición elegante la está haciendo con maldad y una prueba de ello es lo que sucedió en el último pleno, cuando olvidó que todos tenemos familia y en muchos casos están vinculadas a la construcción".

La edil popular recordó que "en el pleno se atacó a la familia y el PSOE sabía que no existía problema alguno", en referencia a la acusación de Cándida Verdier contra el hermano del alcalde.

Ruiz-Sillero señaló al respecto que "Antonio Marín", hermano del alcalde, "colaboró desde el primer día, dando autorización para que se derribara el muro medianero".

La delegada de Grandes Proyectos pidió al PSOE que "no manche el nombre de Dragados porque el acopio se hizo conforme a ley, y así se llevó a pleno, y además ya hemos trasladado a la empresa la petición, quedando en remitir una respuesta a los socialistas".

"Lo único que quieren es manchar el nombre de todo el mundo y para ello no dudan en realizar llamadas intimidatorias", denunció Ruiz-Sillero, añadiendo al respecto que "lo que menos le importa al PSOE es el bien de la ciudad".

Por su parte, la edil socialista Cándida Verdier respondió a estas acusaciones apuntando que "Ruiz-Sillero debería trabajar de una vez en serio por los chiclaneros y por los andaluces, como parlamentaria, y dejar de hacer política rastrera". "Es muy grave", añadió Verdier, "que su intención sea seguir manchando el nombre de los socialistas y, como hiciera el alcalde en el pasado pleno, humillando, descalificando y desprestigiando a los ediles socialistas".