El 18 de junio de 1483 los Reyes Católicos fundaron Puerto Real mediante Carta puebla, cuando éstos se encontraban en Córdoba preparando su avance hacia Granada. El objetivo era contar con un puerto marítimo en el golfo de Cádiz. Así nacía la localidad de Puerto Real, que el pasado sábado celebró esta efemérides con la conmemoración del Día de la Villa que tuvo lugar en el Teatro Principal, arrancando con una declaración institucional que leyó el alcalde.

En el acto institucional se entregaron los reconocimientos del Día de la Villa que en este año habían sido propuestos y decididos por la propia ciudadanía. El primero de ellos fue para el médico ginecólogo Juan Antonio Salcini, nombrado hijo predilecto de la localidad. El facultativo, ya jubilado, tuvo palabras de agradecimiento para los esfuerzos que realizaron sus padres para que él pudiese finalizar sus estudios, así como a su familia "por las muchas ausencias".

El Club Náutico El Trocadero y Scouts La Salle recibieron la medalla de la ciudad

También como hija predilecta, a título póstumo, se nombraba a Ana María Rodríguez, por su aportación al mundo de la Cultura y del asociacionismo de la localidad. La distinción la recogía su nieta, Patricia López, quien repasó la trayectoria de su abuela y su papel crucial en el nacimiento de entidades como la Asociación de Amas de Casa Los Pinares.

Tras ello se entregaron dos reconocimientos como hijos adoptivos de Puerto Real, en ambos casos a título póstumo. Uno de ellos fue para Mateo Campos, quien creó la afamada librería León de oro y uno de los mayores promotores de la cultura en la localidad. Fue su hermano, Jesús Campos, quien agradeció el nombramiento de Mateo, de quien dijo que era una persona muy querida en Puerto Real "y esto a él le hubiese gustado muchísimo. Allá donde esté, estamos seguros de que se sentirá muy orgulloso. Hoy quiero, en su nombre, felicitar al resto de galardonados como él hubiese hecho, porque era muy cortés", dijo Jesús Campos.

Al igual que Mateo Campos, también recibió el título de hijo adoptivo de la Villa el maestro Francisco González Egea, cuyo galardón recogió Pepe González, hijo del homenajeado. Fueron los nietos del galardonado, Mario García y Margarita Fernández, quienes agradecieron la distinción, apuntando que "en realidad no hacía falta que se le adoptara porque el pueblo ya lo hizo suyo". Recordaron que el recordado maestro "firmaba los certificados de estudios para que hijos de jornaleros pudieran ascender y aspirar a una mejor vida, y eso hizo que jubilados de hoy en día pudiesen mandar a sus hijos a la universidad".

Además de estos nombramientos se entregaron las medallas de la ciudad. Una de ellas fue para el Club Náutico El Trocadero, que recogió su presidente, Carlos Muñoz, agradeciendo el reconocimiento a "un club humilde por el que han pasado miles de puertorrealeños desde 1973". La otra medalla de la Villa fue para el Grupo Scouts La Salle. Su presidente, Ignacio de la Fuente, hizo extensivo el reconocimiento para "para todos aquellos que pertenecen al grupo o han pertenecido. También para las familias y las instituciones públicas y religiosas, como el colegio La Salle, que siempre nos ha acogido".

El acto finalizó con el izado de la bandera de Puerto Real, por parte del alcalde, mientras sonaba en el Principal el pasodoble 'Puertorrealeña'.