Daño ambiental y reposición moral para muchos vecinos. El hecho de que el dueño de un bar de una de las calles más señeras de Prado del Rey se tomara la libertad la semana pasada de talar, sin permiso municipal, un naranjo de más de 40 años de la vía pública con la excusa, según muchos testimonios, de que a sus clientes les molestaba el árbol para ver el Mundial por la televisión ya tiene respuesta. El Ayuntamiento de la localidad ha plantado otro naranjito muy joven en su lugar para seguir embelleciendo la calle Teniente Peñalver, que cuenta con numerosos ejemplares de casi medio siglo y además mantiene abierto el expediente sancionador a esta cafetería, como adelantó Diario de Cádiz el pasado sábado. Los dueños de este negocio justificaron que el árbol estaba seco y podrido. La tala ha indignado a numerosos vecinos
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