Por megafonía resuena una voz pidiendo auxilio por todas las dependencias del nuevo Parque de Bomberos de San Fernando, situado en la carretera de Camposoto. La llamada se recibe en el teléfono de emergencias 085, cuya centralita se ubica en el polígono de Tres Caminos, pero se escucha simultáneamente en el centro de operaciones que entró en funcionamiento el pasado mes de abril. Desde entonces se contabilizan un total de 1.369 salidas, más de medio centenar para cubrir incendios e incidentes de todo tipo. Apenas unos segundos después de acabar la llamada, los efectivos ya están en marcha a bordo de sus vehículos. Si en algo han ganado con las nuevas instalaciones, aparte de la comodidad, es en proximidad, lo que se traduce en un menor tiempo de respuesta cuando hay necesidad.

Pero este Cuerpo no se limita a echarse a la calle cuando se les requiere. Su trabajo depende de una labor previa de prevención y formación, de muchos informes y estudios sobre el itinerario más rápido para llegar a un punto de la ciudad o sobre el equipamiento contraincendios que existe en tal o cual barriada de la ciudad.

Por eso no es de extrañar que, tras siete meses y medio de trabajo, se hayan llevado a cabo más intervenciones por temas de prevención (787) frente a las actuaciones en sí (556). Por último, también se han acometido labores de investigación -lo que ha supuesto 23 salidas en concreto- y de formación, durante un total de tres salidas.

Al igual que ocurría en el Parque de Tres Caminos, la mayoría de avisos se producen a fin de solicitar a los efectivos la apertura de puertas, ya sea con peligro añadido -cuando hay personas atrapadas dentro- o no. En este periodo desde que se inauguró el nuevo Parque se han registrado 118 llamadas por este motivo, así que, con un porcentaje de 21,22 por ciento con respecto al global, se sitúa en el primer puesto en la lista de actuaciones más frecuentes.

Le sigue en segundo lugar los incendios en la vía pública, que representan un 15,29 por ciento o, lo que es lo mismo, 85 actuaciones de las 556 que suman en total. La mayoría de casos se refieren, como especifican los propios efectivos, a contenedores que salen ardiendo por mediación de actos vandálicos.

Muy por detrás figuran los incendios de vegetación (66), como tercera causa más habitual del trabajo de los bomberos. La cifra no es demasiado significativa teniendo en cuenta que en otras localidades vecinas con más zona de pastos, como es el caso de Chiclana, encabezan el listado de actuaciones y podrían sumar más de un centenar en un periodo similar de alrededor o más de seis meses de tiempo. La media mensual de salidas, por tanto, se sitúa en torno a las 100.

El dispositivo humano dispone también de nueva flota, compuesta por cinco vehículos, para llevar a cabo sus acciones. Para intervenir en ciudad se hace uso de una bomba de penetración urbana o de un vehículo urbano pesado. La diferencia es que el primero es más pequeño y tiene un depósito de 1.000 litros de agua frente a los 3.000 que puede acumular el segundo. La bomba de penetración se utiliza para acceder a calles más estrechas y, cuando hace falta más agua, se utiliza la del urbano pesado que se deja aparcado cerca. La furgoneta denominada Sierra se destina a las operaciones de salvamento mientras que el Romeo a intervenciones rurales, en el campo.