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JOSÉ ORTIZ. alcalde de Vejer y secretario general del grupo popular en el senado

"El PP tiene que renovarse desde Madrid y hasta el último pueblo"

  • El principal valedor de Pablo Casado en la provincia defiende cambios internos "porque el PP no puede ser una secta"

  • "A cualquier militante le gustaría presidir el partido en Cádiz"

El alcalde de Vejer, José Ortiz (1983), apostó fuerte por Pablo Casado en la carrera sucesoria en el PP y ahora está recogiendo sus frutos. Y no sólo porque se ha aupado a la secretaría general del Grupo Popular en el Senado relevando en ese cargo al mismísimo Javier Arenas, sino porque se ha convertido en la persona de confianza en la provincia del nuevo presidente de los populares y en el altavoz de sus tres principios básicos: ilusión, renovación y unidad.

-En la vida hay que arriesgar y a usted le ha salido muy bien su apuesta por Pablo Casado.

-En la vida lo que hay que hacer es tener ilusión, y yo me ilusioné cuando Pablo Casado, al que conozco desde hace tiempo, presentó su candidatura. Yo no estaba cómodo ni en el PP ni con mi cargo en el Senado. Había algunos planteamientos de la anterior dirección del partido que compartía pero había otros que no. Yo tenía claro que el PP o se renovaba o se moría y Casado aportó un lenguaje fresco, con un mensaje claro de ilusión, renovación y unidad que era lo que yo quería escuchar.

-¿Y por qué no estaba cómodo ni en el PP, ni en el Senado?

-Yo no quiero ser más que nadie, pero tampoco quiero ser menos que nadie. Y quizás por decir siempre lo que pienso resultaba incómodo para algunas personas. El partido no iba bien, ni en España, ni a nivel provincial. Aquí habíamos perdido muchas alcaldías y yo defendía que había que hacer una reflexión y que había que cambiar la forma de hacer política. Eso lo he dicho en todos los foros internos, jamás en público, pero al parecer en este partido hay personas que sólo quieren aplausos y más aplausos. Mis vecinos saben que yo prefiero antes un tirón de orejas que una palmadita en la espalda. Por eso me parecía un error grave que en mi partido no se aceptaran las críticas internas.

-Asciende usted en el Senado pocos días después de anunciar públicamente que renunciaba a su escaño. ¿Fue precipitación?

-No lo creo. Es que yo no estaba cómodo. Cada vez que cogía el avión para ir al Senado lo hacía sin ilusión, y por eso anuncié que me iba a centrar en Vejer. Pero, claro, cuando hice ese aviso las expectativas de victoria de Casado eran bajas. Después todo cambió.

-¿Cómo logra compaginar ambos cargos?

-Pues con mucho esfuerzo, quedándome sin vacaciones y agradeciendo eternamente la comprensión de mi mujer y de mis dos niños. Yo es que voy y vengo de Madrid siempre en el mismo día. Así nadie en Vejer puede decir que yo he faltado a algo. Pablo Casado me ofreció también un cargo en la sede de Génova, pero renuncié porque eso me habría obligado a irme a Madrid y yo tengo un compromiso con mi pueblo. Yo soy lo que soy gracias a Vejer y voy a intentar hacer lo que siempre he hecho, y es que donde yo esté sea bueno no para mí sino para mi pueblo.

-Díganos a los que no le conocemos cómo es Pablo Casado.

-Nació para ser un líder. Los que somos sus amigos sabemos que no sólo tiene las ideas caras sino que sabe hacer equipo y además es una bellísima persona. Invito a cualquiera a que se tome un café con él. Así descubrirán la categoría humana del que, espero, sea el próximo presidente del Gobierno. De momento está haciendo todo lo que prometió en campaña, renovando el partido pero uniendo a todo el mundo. No podíamos cambiar la situación del partido con las mismas personas. Aquí no sobra nadie pero es verdad que en el PP había mucha gente con mucha capacidad llamando a las puertas y a la que había que darle protagonismo. Hoy nadie en el PP puede decir que se siente relegado. Aquí no hay ni ganadores ni perdedores.

-¿Y no teme que la polémica sobre su supuesto falso máster pueda ensuciar tan pronto su imagen pública?

-Pablo Casado está siendo víctima de una cacería política y mediática. Él se ha ofrecido a colaborar con la Justicia de manera rotunda y nos ha trasladado a todos que está tranquilo porque el tema está controlado y se va a archivar. Ese será el momento en el que algunos tendrán que pedirle perdón.

-¿Comparte usted la teoría de que el PP se ha escorado más a la derecha con Pablo Casado?

-Yo estoy de acuerdo con Pablo Casado, que dice que el PP tiene que ser todo lo que esté a la derecha del PSOE. Quizás es que en el PP nos habíamos olvidado de algunos de los valores que hicieron grandes a este partido. Porque nosotros siempre hemos defendido la vida, la unidad de España y la libertad. Y con la defensa de esos valores hemos ganado con mayoría absoluta. No creo que nos estemos escorando a la derecha sino que en estos años de Gobierno nos hemos olvidado de algunos de nuestros valores. Nosotros tenemos que optar por el centro y por la derecha. Por eso pienso que el problema lo tiene ahora Ciudadanos, que ha visto cómo en el PP no manda la candidata que ellos querían.

-Pues decir que en España no hay papeles para todos parece un mensaje como mínimo conservador, ¿no le parece?

-¿Pero es que España puede acoger a toda África? Yo creo que no y parece ser que el Gobierno socialista se está dando ahora cuenta de ello. España por sí sola no puede solucionar el problema de la inmigración. Y Pablo Casado ha propuesto un plan Marshall, y hemos reclamado que se fijen cuotas y proponemos iniciativas, etc. Claro que tenemos que ayudar a los que vienen pero la situación es insostenible. Y si no, que Pedro Sánchez hable con el alcalde de Tarifa, o con el de Barbate, o con los guardias civiles de Algeciras...

-¿Cree que habrá elecciones generales anticipadas o que Pedro Sánchez aguantará en la Presidencia hasta 2020?

-A Pedro Sánchez no lo echan de La Moncloa ni con agua caliente, porque él jamás pensó que llegaría a ser presidente del Gobierno.

-¿Y qué papel va a desempeñar el Senado a partir de ahora?

-Pues evidentemente desde el PP vamos a ejercer nuestra mayoría absoluta para hacer una oposición constructiva al Gobierno. Vamos a pedir comparecencias de ministros a diario, con interpelaciones, con un control exhaustivo y planteando nuestro programa de Gobierno. Es que no es normal que ningún ministro haya comparecido aún en el Senado para exponer sus programa de gobierno. Los ministros le temen al Senado y nosotros nos encargaremos de que cumplan con sus obligaciones democráticas, porque la soberanía popular también está representada en la Cámara Alta. Y si después el PSOE quiere levantar todas nuestras propuestas en el Congreso de los Diputados, pues lo tendrá que hacer negociándolo todo con sus socios independentistas, nacionalistas y populistas.

-¿Cuál cree que será el talón de Aquiles de la gestión de Pedro Sánchez?

-Hay muchos porque ahí está el conflicto de Cataluña, y la inmigración con el efecto llamada que se ha producido, y está el acercamiento de presos etarras al País Vasco, y Pedro Sánchez ya ha colocado a su mujer y a muchos de sus amigos, y el gasto en los ministerios ha aumentado un 25%... La moción de censura le ha venido muy bien a Pedro Sánchez, porque le ha puesto en La Moncloa, pero le va a salir muy cara a los españoles. Y ya nos estamos dando cuenta. Sánchez ya ha demostrado que es el peor presidente en la historia de España y ha conseguido lo que parecía imposible: hacer bueno a Zapatero.

-¿Cómo influye en el conjunto del PP de Cádiz que usted haya pasado a ser el 'niño bonito' del presidente del partido en la provincia?

-No, no. Pablo Casado tiene muchos niños y niñas bonitas en Cádiz y mi presidente provincial es Antonio Sanz. Yo he discrepado con Sanz porque le dije que no me parecía lógico que la estructura provincial del PP se posicionara a favor de una candidata (Soraya Sáenz de Santamaría). Y le dije que no era positivo para la unidad interna que personas que tenemos contratadas en el partido hayan estado de interventores de Cospedal en la provincia de Almería. Nosotros podemos discrepar pero es mucho más lo que nos une.

-¿Presidir el PP de Cádiz es un sueño para usted?

-Lo mismo que a cualquier persona le gustaría ser alcalde de su pueblo, a cualquier militante de cualquier partido le gustaría algún día presidirlo. Y cualquier militante del PP de Cádiz al que se le ofreciera mañana presidir el partido diría que sí. Eso tiene que ser algo muy bonito y las aspiraciones políticas de cada cual son totalmente legítimas.

-¿Pero esa opción es viable a día de hoy?

-Para que el PP abra la sucesión en Cádiz antes Antonio Sanz tendría que dar un paso atrás. Yo siempre digo que cruzaré el puente cuando llegue a él, no antes. Y ahora tengo otras obligaciones que son incompatibles con presidir el PP de Cádiz. Pero si llegado el momento mis compañeros me lo pidieran, aceptaría encantado.

-¿Qué cambios propugna usted en el Partido Popular?

-Los cambios no tienen que ser forzosamente de personas, porque las personas también pueden cambiar. Yo lo que digo es que el PP se tiene que renovar desde Madrid y hasta el último pueblo. Esto ha cambiado y quien no lo quiera ver se está equivocando. Ha cambiado la forma de hacer política, de relacionarnos con la ciudadanía, y también las decisiones políticas. Y le pongo dos ejemplos: uno es el relevo en la Alcaldía de Cádiz, que era impensable un año antes de las últimas elecciones municipales, y otro es el caso de Ciudadanos, que tiene un diputado en el Congreso por Cádiz cuando a ese hombre no lo conoce nadie porque no ha visitado ni un solo pueblo. Hoy la política es más mediática, más televisiva y más de redes sociales.

-Por cierto, hace poco salía una estadística según la cual usted era el segundo alcalde más influyente de España en Twitter, sólo por detrás de Ada Colau, la regidora de Barcelona. ¿Tan importantes son las redes sociales en su concepto de hacer política?

-En política las redes sociales son muy importantes, lo mismo que apretar la mano de los vecinos. Las dos cosas son imprescindibles. En mi caso las redes sociales las uso como mi diario personal. A través de Facebook y de Twitter expreso mis sentimientos y le digo a la gente los días que estoy de bajona y los días que estoy contento. Ahí interactúo con mis vecinos y la verdad es que me siento muy cómodo.

-Yo le veo a usted como un verso suelto en el PP, porque ha desarrollado iniciativas en su pueblo poco habituales entre los dirigentes de su partido. Usted, por ejemplo, ha colocado la bandera gay en su Ayuntamiento y encabezó las últimas concentraciones feministas en Vejer...

-Es que a mí me parece un error que el PP se desmarque de algunas de estas iniciativas ciudadanas. Es que el número 3 del PP (Javier Maroto) se ha declarado homosexual y hasta Mariano Rajoy fue a su boda. Y es que el PP no le puede dar la espalda al movimiento feminista, que está ahí. Yo tomo algunas iniciativas porque mi libertad de acción es sagrada. El PP no puede ser una secta. Si ser un verso suelto supone no decir siempre que sí, acepto ese calificativo.

-A ver si sabe qué político dijo esta frase: "Un alcalde tiene que estar las 24 horas del día y los 365 días del año pendiente de los problemas de su pueblo. Yo sería incapaz de tener una doble responsabilidad porque mi pueblo, y así me lo dicen mis vecinos, me reclaman dedicación absoluta".

-Sí, esa frase es mía.

-¿Y esta otra? "Mantengo mi promesa de que sólo estaré ocho años en la Alcaldía como máximo. Hay que dignificar la vida política y eso se hace cumpliendo los compromisos".

-Sí, también es mía.

-Pues vaya munición le está regalando usted a la oposición en Vejer de cara a las elecciones municipales del próximo año, porque hoy usted tiene dos cargos y tras ocho años de alcalde se va a presentar a la reelección.

-Hay veces en las que algunos somos esclavos de nuestras palabras. Lo reconozco. Pero decir siempre lo que uno piensa conlleva estos problemas. La situación política y personal cambia, yo tengo un compromiso con Vejer y es verdad que quienes más me han ayudado a replantearme mi situación han sido mis vecinos. Además, estos años hemos actualizado nuestro programa de gobierno y estoy obsesionado con tres proyectos: el hospital, la autovía Vejer-Algeciras y el Parador de Turismo. En cuanto a la oposición, sí, andan diciendo por ahí que yo no cumplo mis promesas pero la verdad es que ese mensaje no está teniendo mucha repercusión. Yo le he explicado a mi pueblo mi decisión y sólo he recibido mensajes de apoyo. Es que Vejer sabe que donde he estado siempre he conseguido cosas para mi pueblo, y también sabe que no escatimo ni tiempo ni esfuerzos para trabajar por mi pueblo. Es más, estando donde estoy, estoy en más sitios en Vejer que algunos de la oposición.

-Por cierto, ¿no le parece un fracaso que después de seis años y medio de Gobierno de Rajoy no hayan arrancado aún las obras de la autovía Vejer-Algeciras?

-Pues sí, ha sido un fracaso total y todos tenemos que entonar el mea culpa. Por eso yo le pedí a Javier Arenas que me dejara no votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado de este año, porque no se contemplaba esa autovía. Y fui el único senador del PP que se abstuvo en esa votación porque preferí apoyar a mi pueblo y a mi comarca. Ahora tenemos que seguir batallando ese asunto. A ver qué plantea el nuevo Gobierno, aunque no soy optimista.

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