La idea ya no es sólo intentar reverdecer viejos laureles. El reto es sobrevivir. Y ese es el objetivo prioritario que perseguirán desde hoy los más de 500 delegados que asistirán en Sevilla a un congreso nacional del Partido Andalucista (PA) en el que la noticia estará no sólo en conocer la identidad de la persona que liderará esta formación sino sobre todo en saber cuáles serán las pautas a seguir para poner las bases de la resurrección de unas siglas que fueron esenciales para la autonomía andalucista, que gobernaron en Andalucía durante ochos, que llevaron las riendas de ayuntamientos importantes como Sevilla, Jerez, Algeciras, San Fernando... y que hoy agonizan.

Que este no será un congreso cualquiera es algo que se ha entendido sobre todo en Cádiz, donde hasta dos dirigentes -el isleño Manuel de Bernardo y el portuense Antonio Jesús Ruiz Aguilar- han levantado la mano para ayudar al PA a salir de unas arenas movedizas a las que este partido cayó por errores propios -pactos poco entendidos por la sociedad y luchas estériles de liderazgos-, por fracasos electorales -el partido está fuera del Parlamento andaluz desde 2008- y, lo último, por la espantada de su anterior secretaria general, Pilar González, que dejó el partido antes de que fuera expulsada acusada de promover otro partido ajeno al PA.

El congreso arranca hoy, pero no será hasta mañana cuando se conozca quién encabezará este nuevo proyecto andalucista. Las opciones están abiertas, porque hasta la misma mañana del domingo se pueden presentar las candidaturas, porque la probabilidad de que De Bernardo y Ruiz Aguilar cierren una lista de consenso es cierta y porque también existe la posibilidad de que haya algún candidato más, como Antonio Francisco Martínez, de Baza, que daría el paso si logra aglutinar el voto de los delegados de Andalucía Oriental.

El debate de la ponencia ideológica abrirá hoy este cónclave andalucista pero la novedad está en que no será clausurado hasta finales de noviembre. Este "congreso abierto", como ha sido denominado, busca poner las bases de un debate en profundidad que el PA quiere abrir a la sociedad andaluza. Así, a lo largo de los próximos cuatro meses se articularán mecanismos para que colectivos y particulares andaluces trasladen su visión sobre lo que ellos entienden que debe aportar el andalucismo a la Andalucía contemporánea. Y esa puesta en común concluirá en noviembre cuando quede ultimada la ponencia ideológica y se clausure un congreso que debe ser el principio de la resurrección del PA.