Navantia reprocha al comité de empresa de la planta de Puerto Real su encierro en la factoría como medida de protesta de por la falta de carga de trabajo. “Lamentamos una decisión que en nada ayuda al futuro de Puerto Real ni al buen desarrollo de los programas en marcha”, señalaron fuentes de la empresa naval.

Los representantes sindicales de la factoría puertorrealeña se encerraron el pasado viernes en el edificio de dirección para visibilizar su preocupación por el futuro del astillero una vez que acabe esta primavera el último petrolero encargado por el armador Ibaizábal.

La medida forma parte de la campaña de movilización emprendida el pasado mes de febrero, en virtud de la cual ya han realizado un paro de 24 horas y han acordado no realizar horas extra ni trabajar en festivos mientras no se aclare el futuro de la factoría.

La compañía dependiente de la SEPI insistió ayer en que está “impulsando” todas las medidas que contempla el Plan Estratégico 2018-2022 para Puerto Real, “tanto en inversiones como de oportunidades comerciales”. Las mismas fuentes recordaron que “a corto y medio plazo” el astillero puertorrealeño cuenta con el encargo de varios bloques de las corbetas para Arabia Saudí, cuyo peso principal recae en la factoría de San Fernando. Asimismo, está finalizando el cuarto petrolero de Ibaizábal y el próximo verano comenzará la subestación eléctrica para una plataforma petrolífera en aguas territoriales de Noruega en el mar del Norte.

La empresa destacó que “trabaja intensamente” para concretar las oportunidades que recoge ese plan para Puerto Real, “entre las que se incluyen los buques para el Ministerio de Defensa, tanto el buque logístico para el Ejército de Tierra TLET, como el Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS)”.

En relación con este último barco, la compañía pública de construcción naval reiteró que el comité de dirección –que se celebrará “próximamente”– dará luz verde al inicio de los trabajos de ingeniería.

Rechazo del comité

La declaración de Navantia cayó como un jarro de agua fría entre los miembros del comité de empresa, que acusaron a la empresa de “mentir y empeorar la situación” . “Al final vamos a tener nosotros la culpa de que no vengan barcos”, lamentó el presidente del comité de la planta de Puerto Real, Antonio Noria, de CCOO, que avanzó que el encierro acabará probablemente este domingo.

Según Antonio Noria, la empresa oculta su intención de querer dar vacaciones y licencias retribuidas a todos los empleados mayores de 61 años a partir del próximo viernes, sin esperar a que finalice la negociación del Expediente de Regulación de Empleo que amparará su salida de la empresa.

“Quieren plantear algo inaudito en una empresa pública: eliminar al personal lo antes posible. Eso es tirar el dinero público”, señaló el presidente del comité de empresa. “Se aplicará sin dar un relevo a los que nos vamos. Se ve que les importa poco la situación en la que queda este centro de trabajo”, sostuvo el representante sindical, que avanzó que este lunes se convocará una asamblea de los trabajadores afectados y dio por segura que esta semana habrá alguna acción de protesta.