Provincia de Cádiz

La Junta castiga a la provincia en el reparto de ayudas y torpedea la ITI

  • Discrimina al campo provincial en el reparto de fondos comunitarios a través de las líneas generales

  • Asaja denuncia el uso de la ITI de Cádiz como sustituta y no como complemento

Responsables de la Junta de Andalucía durante una de las presentaciones de la ITI en la provincia.

Responsables de la Junta de Andalucía durante una de las presentaciones de la ITI en la provincia. / ramón aguilar

Los agricultores se las prometían muy felices con la lluvia de millones de la ITI, la Iniciativa Territorial Integrada a través de la que la provincia recibirá en el periodo 2015-2020 el 5% de todos los fondos europeos destinados a España, lo que vienen a ser cerca de 1.300 millones de euros (900 millones de la parte que gestiona el Gobierno central y 387 millones de la Junta de Andalucía).

La ITI, específica para Cádiz por sus elevadas tasas de paro y grandes desequilibrios sociales, debía servir para sacar de una vez por todas a la provincia del furgón de cola y darle el empujón definitivo. Se trata de una "oportunidad única" que la provincia no puede desaprovechar, repitieron hasta la saciedad dirigentes autonómicos y estatales tras el anuncio de la implantación de esta estrategia para sacar a flote a la provincia, especialmente afectada por la crisis económica y más retrasada respecto al resto de Andalucía y España.

Asaja clama contra el reparto de las ayudas y dará queja formal a Bruselas si no se corrigeLa provincia debería ser de las más beneficiadas por la ITI, pero sigue estando a la cola"

Lo que no sabían los agricultores es que la parte de estos fondos en manos de la Junta de Andalucía se convertiría en un caramelo envenenado, una trampa en la que de nada sirve el dinero que se reciba de la ITI, por mucho que sea, si la provincia desaparece o es marginada en las líneas generales del resto de las ayudas.

La convocatoria de ayudas a la modernización de las explotaciones en Andalucía es el ejemplo más clamoroso de esta discriminación que torpedea la ITI, para dejarla sin efecto.

En el cuadro adjunto se observa que la provincia es la tercera menos beneficiada de Andalucía en el reparto de las ayudas a la modernización, con un montante de 3,3 millones de euros y el 5,27% del total -Almería es la más beneficiada con cerca del 25%). En la tercera columna se detallan las partidas de la ITI, exclusivas para Cádiz, con 128 proyectos aprobados por un importe de 2,8 millones. Y en la primera columna, la de la convocatoria general, se aprecia que la provincia únicamente tiene un expediente resuelto favorablemente y subvencionado con 5.654 euros, el 0,01% del total, mientras que provincias como Almería o Córdoba alcanzan el 36% y el 20%, respectivamente. El cuadro se completa con el dato de las ayudas a la modernización del olivar, que en este caso contemplan cerca de 482 mil euros para 19 proyectos en Cádiz, dentro de la normalidad.

El cabreo en Asaja-Cádiz es monumental, y así se lo ha hecho ver a la Delegación Territorial de Agricultura, a la que exime de culpa al entender que ha hecho su trabajo, no así la Consejería del ramo, a la que responsabiliza del agravio en el reparto. La organización agraria anuncia que hará cuanto esté en su mano para impedir este "disparate" y, en caso de que no haya rectificación, el presidente provincial de Asaja, Pedro Gallardo, advierte de que irá a Bruselas a presentar una queja formal.

Hay vuelta atrás, porque las resoluciones de la convocatoria de ayudas a la modernización correspondiente al ejercicio de 2016 son aún provisionales. Precisamente, la provisionalidad de las resoluciones de una convocatoria que salió hace ya año y medio explica la desesperación del sector agrario ante la lentitud en la gestión de estos fondos, otra de las quejas que expone Asaja, que ironiza acerca la coincidencia de que la provincia más beneficiada sea Almería, lugar de nacimiento del consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro.

La convocatoria se publicó en junio de 2016, estableciéndose un plazo para la presentación de solicitudes hasta agosto, que finalmente se amplió a finales de septiembre. Los técnicos de la organización agraria trabajaron a destajo incluso en el periodo de las vacaciones estivales para presentar en tiempo y forma un centenar de solicitudes, de las que finalmente se aprobaron sólo una treintena. Las setenta restantes, que según la organización podrían tener perfectamente encaje en la convocatoria general de haberse realizado un reparto equitativo y no excluyente para la provincia, se quedaron fuera.

El pasado mes de mayo salió una primera resolución provisional plagada de errores, por lo que la Consejería la revocó, para sacar finalmente las nuevas resoluciones provisionales en julio de 2017. Ese mismo mes, explican desde Asaja-Cádiz, había que presentar toda la documentación por parte de los solicitantes. Así se hizo, pero siete meses después nada se ha vuelto a saber de esta convocatoria de ayudas, la única en el actual marco de aplicación que expira en 2020 y puede que la última. De momento, la Junta ha confirmado que carece de dinero para sacar este año una nueva convocatoria de ayudas.

Gallardo lamenta la lentitud en la tramitación burocrática de estos expedientes, que a su juicio debían estar resueltos desde hace ya seis meses. Para estas ayudas se establece un tope de financiación del 50% de la inversión prevista, hasta un máximo de 120.000 euros, lo que da una idea del volumen de la inversión total "que está paralizada en la provincia por la falta de confirmación definitiva de la concesión de la ayuda".

Para el presidente de Asaja-Cádiz, "la tardanza en la resolución de las ayudas es inexplicable, pero lo más grave, si lugar a dudas, es que la Consejería de Agricultura esté utilizando la ITI como sustituta de las líneas generales y no como un complemento; es una barbaridad porque la provincia tendría que estar entre las principales beneficiarias de los fondos comunitarios, pero a pesar de la ITI, seguimos a la cola".

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