Carmelo Hermosilla, vecino de Sanlúcar, fue absuelto en 2007 tras anular la Audiencia Provincial de Cádiz, por irregularidades, una operación antidroga que capturó 3,3 toneladas de hachís. Ahora no ha salido tan bien parado, pero teniendo en cuenta que el fiscal pedía en principio para él 6 años de prisión, el resultado no parece de los peores: la Audiencia Nacional lo ha condenado a dos años y tres meses de cárcel en un asunto en el que fue procesado como jefe fe de organización y en el que cayeron 2,2 toneladas de hachís.

Junto a Carmelo Hermosilla se sentaban en el banquillo otras once personas acusadas de pertenecer a la organización de traficantes de hachís desmanteladas en 2010. Dos pactaron la misma condena que él, porque tienen antecedentes penales. Los otros nueve procesados lograron penas aún menores: dos años de prisión. La sentencia explica que hubo dilaciones indebidas en el procedimiento y también tiene en cuenta una atenuante por confesión.

Entre los procesados que han pactado penas mínimas se encuentra J.M., hermano del jefe del grupo, que era un miembro destacado de la organización y se encargaba de las vigilancias, del apoyo logístico y de controlar la mercancía una vez que el hachís llegaba a las costas españolas.

También está en el grupo D.B., sobrino del jefe, al que la sentencia atribuye labores logísticas: vigilar las embarcaciones de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera que pudieran dar al traste con las operaciones de la organización.

Otro procesado es C.M.P., señalado como lugarteniente y socio de Carmelo Hermosilla, como responsable de todo lo relacionado con las lanchas semirrígidas, acompañante del jefe de la organización en sus numerosas citas y ayudante en la coordinación de las operaciones de tráfico de hachís. Fue condenado en 2002 a cuatro años y siete meses de prisión por tráfico de drogas. En 2003 fue condenado de nuevo por el mismo delito a cuatro años de cárcel.

La organización liderada por Carmelo Hermosilla estaba asentada en Sanlúcar, relata la sentencia de conformidad dictada por la Audiencia nacional. La red extendía su radio de acción a toda la provincia de Cádiz y a las de Sevilla y Málaga y también a Ceuta. El cargamento de 2,2 toneladas de hachís que llevó a desmantelar la organización y a detener a los procesados cayó el 22 de marzo de 2010 en el río Guadalquivir, en el término de Lebrija. Iba en una embarcación semirrígida de unos nueve metros de eslora con dos motores de 250 caballos a la que seguía un helicóptero de Vigilancia Aduanera. La lancha transportaba 79 fardos de arpillera con 2.274 kilos de hachís cuyo valor en el mercado ilícito hubiese alcanzado 3.306.830,75 euros.