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Jan De Clerck. empresario turístico

"Repetiría mi vida totalmente. He sido muy feliz aquí"

  • De Kortrijk (Bélgica) a Rota. Llegó en 1969 en su viaje de novios y se puso al frente del hotel Playa de la Luz. Creó el grupo HACE y ha trabajado incansablemente para que la provincia desarrolle un turismo de calidad

Jan De Clerckempresario turístico"Repetiría mi vida totalmente. He sido muy feliz aquí"

Jan De Clerckempresario turístico"Repetiría mi vida totalmente. He sido muy feliz aquí"

Jan De Clerck es, sin duda, el ciudadano belga más conocido de la provincia de Cádiz. Méritos ha hecho, ya que desde hace 50 años trabaja incansablemente para hacer de la provincia un destino turístico de calidad. Revolucionó el sector al traer los primeros turoperadores y a sus 74 años aún sigue luchando por hacer más conocido para el turista extranjero este pequeño paraíso.

-¿Cuándo pisó por primera vez la provincia de Cádiz?

-Llegué en 1969 en mi viaje de bodas. Mis padres y mi familia compraron en 1966 en Rota una antigua almadraba de la Diputación. Fue Álvaro Domecq quien les vendió esta propiedad con la condición de levantar allí un hotel y una industria hotelera que diera trabajo. Cumplimos de sobra y hemos hecho aún más de lo que nos exigía la Diputación. El hotel Playa de la Luz lleva 51 años abierto y es una atracción más de Rota y de la provincia.

-¿Cómo fueron esos primeros años al frente del hotel?

-No fueron fáciles. Los dos o tres primeros años del hotel fueron fatales porque había una dirección endeble. Yo llegué muy joven, sin saber español e intentando averiguar qué estaba pasando. Me plantearon liquidar el hotel porque daba pérdidas y porque había interés por parte de la familia en invertir en una fábrica textil de Dos Hermanas. No tenía experiencia pero aprendí muy rápido. Empecé a trabajar desde abajo, en recepción, y el 18 de julio de 1969 tuve que llamar a la Guardia Civil porque el director metía la mano en la caja. Entonces mi mujer y yo nos pusimos al mando para, al menos, mantenerlo abierto hasta final de temporada y, fíjate, aquí seguimos.

-Imagino que aquellos tiempos no tendrían nada que ver con los de ahora.

-Claro que no, han cambiado mucho las cosas. Nosotros fuimos pioneros porque trajimos por primera vez a la provincia a un turoperador belga y otro alemán. Esto significaba ir todos los años a llorar a Alemania para conseguir un pequeño contrato de ocupación. Ahora los tiempos han cambiado y son los turoperadores los que vienen llorando y preguntando si hay camas porque se venden fácilmente, no tenemos que ir a buscar clientes. Pero en esa fecha fuimos pioneros en el turismo de turoperador, aunque teníamos muchas cosas en contra.

Recuerdo que había grupos belgas que aterrizaban en el aeropuerto de Málaga y para llegar a Rota tardaban seis horas en autobús sin aire acondicionado en pleno agosto... A esta gente sí que habría que darle una medalla del mérito turístico (ríe). Después se concentró la actividad en el aeropuerto de Sevilla, también sin autopista, a dos horas en un transfer en pleno calor... El éxito de la Costa de la Luz comenzó con la apertura del aeropuerto de Jerez.

-La localización del hotel Playa de la Luz, en primera línea de costa, también sería un gran atractivo y algo impensable hoy.

-A día de hoy es imposible tener un hotel en la playa como el de Rota. Es un hotel único. Nosotros cumplimos con nuestra parte del trato porque la Diputación nos vendió la almadraba y en esa época no había Ley de Costas. Años más tarde nos decían que habíamos usurpado terreno público, pero teníamos la propiedad y cumplimos con todo. Ahora mismo con Costas la situación está controlada, aunque hay una inseguridad jurídica muy fuerte porque compras un hotel y luego me trazas una línea por el medio y me dices que ya no es mío.

-De ese pequeño hotel surgió el grupo Hoteles Andaluces con Encanto (HACE).

-Así es. Empezamos con el hotel Playa de la Luz y más tarde conseguimos hacernos con el hotel Duque de Nájera, también en Rota, otro de nuestros atractivos. Luego, con mi familia de Bélgica invertimos en el Hotel Jerez, Villa Jerez y en el Guadacorte Park, en la Bahía de Algeciras. El grupo cuenta con cinco hoteles y no podemos quejarnos, 2017 está siendo un buen año para el turismo y ojalá podamos seguir así.

-Hablaba anteriormente del aeropuerto de Jerez y de su importancia para dar a conocer el destino Costa de la Luz. ¿Está a favor del cambio de denominación que se pide desde muchos sectores?

-Estoy totalmente, totalmente, totalmente a favor de cambiar el nombre del aeropuerto de Jerez, pero parece que eso depende de los caprichos políticos de los partidos que mandan en cada administración y que no piensan en el interés de la provincia. Si el aeropuerto se llamara Cádiz-Jerez, Cádiz-Costa de la Luz o Cádiz-Dos Mares tendría una mejor situación geográfica para la gente, porque Jerez, ¿dónde está Jerez? Es conocido por los vinos, pero no tanto como debería.

No sería malo llamarlo aeropuerto Cádiz-Dos Mares para situar esta provincia geográficamente dentro de España, porque éste es un sitio impresionante y nadie puede decir que está bañado por dos mares como nosotros.

Cádiz siempre queda un poco olvidado, lo vimos en Fitur hace dos años. Córdoba, Sevilla, Granada y Málaga hicieron un acuerdo promocional y económico muy fuerte para darse a conocer y, ¿dónde estaba Cádiz? La Costa de la Luz tiene mucha importancia ya que la gente busca destinos nuevos y este destino no está aprovechado. No obstante, soy muy positivo porque hay muchas cosas que hacer aún en la provincia, no como en Benidorm o Torremolinos, lugares donde el turismo está agotado y no hay nada más que ofrecer. Aquí tenemos sol pero muchas cosas más.

-¿Tiene la sensación de que en la provincia todos los proyectos llegan con retraso?

-Sí, claro, todo lo que se proyecta en Cádiz viene con un retraso impresionante. La autopista de Sevilla, la de Jerez-Los Barrios, que ya nos parece imposible pensar que no existía, pero que sin embargo también llegó siete u ocho años más tarde. El puente de Cádiz, que se ha terminado seis o siete años después de lo previsto... Pero bueno, están ahí, ayudan al desarrollo y son fundamentales cuando una provincia quiere ir por delante.

Todo esto depende de la falta de colaboración de las administraciones y de los intereses políticos. Como ejemplo le pongo un proyecto que teníamos pensado para el Tajo del Águila, para dinamizar la zona de Algar, el pantano de Guadalcacín, etc. Ese proyecto está totalmente bloqueado por parte de las administraciones y es una pena que no se colabore entre el sector público y el privado para crecer y crear puestos de trabajo. Hace falta voluntad por parte de las administraciones para sacar adelante proyectos de interés en una zona olvidada por el turismo como es Algar y el pantano de Guadalcacín. Se desaprovechan las oportunidades por los colores políticos, no hay voluntad de sacar nada adelante.

En Cádiz hay otros ejemplos como Valcárcel, donde iba a ir un hotel, o la Residencia del Tiempo Libre, que sigue cerrada. ¿Por qué tiene que frenarse todo? Al empresario que quiere invertir aquí le cuesta trabajo venir porque sabe cuándo va a empezar pero no cuándo terminará. Hace falta seguridad jurídica y saber qué resultados va a obtener, algo que a día de hoy es una incógnita.

La preferencia tiene que ser bienestar y puestos de trabajo. Los puestos de trabajo traen bienestar automáticamente. Para eso hay que hacer esfuerzos.

-A pesar de este ritmo, quizá algo lento, la provincia ha avanzado bastante en estos años a nivel turístico, ¿no es así?

-Sí, claro. Cádiz, Rota, el Novo Sancti Petri... Ya suenan en el mapa europeo del turismo. Esto es algo que antes no pasaba y es lo más importante que ha sucedido en estos años. Ahora que estamos en el mapa debemos ver cómo seguir adelante y sacar provecho de ello. La suerte que tenemos es que esta es una provincia única que no podemos comparar con Málaga, donde hay un muro de hormigón en el que está todo construido. Los usufructos militares que ha habido en la provincia y que han reservado zonas naturales, aunque hayamos sido críticos, al menos han servido para que haya un urbanismo ordenado y en el que no hay el exceso que existe en otras provincias.

-El turismo extranjero es cada vez más importante y numeroso. ¿Por qué mercados cree que habría que apostar?

-Estamos muy agradecidos al mercado alemán y tenemos que seguir apostando por ellos y ayudarlos a incrementar el número de pasajeros. Es nuestro principal mercado y queremos seguir ayudándoles. También es importante el turismo nórdico y de los países del Benelux para luchar contra la estacionalización. Hay que seguir trabajando con Francia y Reino Unido, pero sobre todo hay que desarrollar un turismo de calidad, es en lo que Cádiz debe diferenciarse de otras provincias.

-Ese turista extranjero es fundamental para luchar contra la estacionalización, pero es complicado cuando la mayoría de grandes hoteles cierran cuatro o cinco meses al año.

-Sería interesante que la administración piense en incentivar a aquellos hoteles que se mantengan abiertos todo el año, a través del IBI, del Impuesto de Actividades Económicas o con otra fórmula. Nosotros en Rota hemos cerrado este año sólo ocho días y probablemente el año que viene no lo hagamos, todo depende del movimiento de la Base. Antes cerrábamos entre dos o tres meses. No obstante, el problema no es abrir hoteles, es llenar los aviones. Nosotros tenemos éxito si lo tienen las compañías aéreas. Si el avión va con media capacidad, pierden mucho dinero y entonces no toman riesgos y anulan los hoteles. Lo importante para el turoperador es llenar el avión. Nosotros hacemos esfuerzos ofreciendo precios realmente atractivos, si luego hubiera menos costes para aterrizar, eso ayudaría.

Con Brussels Airlines hemos negociado para conseguir vuelos directos Jerez-Bruselas de mayo a octubre y ha sido un éxito total. Esto sí que cuenta y es positivo. El año que viene se podrá volar hasta finales de octubre y ya se están vendiendo billetes. Se está trabajando para que haya vuelos todo el año, pero hay que incentivar a las compañías para que no corten sus conexiones en octubre y empiecen en marzo, si no que las mantengan todo el año. Ahí es donde el Gobierno central con Aena, Junta de Andalucía y Diputación deben unirse para ver qué se puede hacer para mantener los vuelos todo el año y entonces nosotros haremos el esfuerzo de abrir los 12 meses.

-Decía anteriormente que 2017 estaba siendo un buen año para el turismo, ¿qué previsiones tienen para 2018?

-2018 viene con muy buenas expectativas y 2017 ha sido un buen año. No hay que olvidar la suerte del desvío de millones de turistas de Egipto, Turquía, etc., ya que la mayoría de ellos vienen a España buscando un destino seguro. Si los cuerpos de seguridad hacen bien las cosas, podríamos cumplir el sueño de ser un destino seguro.

-Tras casi 50 años en la provincia, ¿se arrepiente de haber dejado su Bélgica natal?

-(Ríe). Repetiría mi vida totalmente. He sido muy feliz aquí, donde han nacido mis hijos y mis nietos. No me imagino viviendo en Bélgica, un país pequeño con una mentalidad pequeña muchas veces. Estoy muy feliz por la decisión que tomé. Tenemos la suerte de vivir en la provincia más bonita y más completa que hay, con dos mares, sierra, flamenco, vino, caballos y buena gente, especialmente.

En el hotel Playa de la Luz el personal me llamaba papá, había entendimiento. Hay belgas que vienen aquí con aires de superioridad, pero hay que adaptarse a las costumbres locales y convivir con el ciudadano. Mis hijos comprendieron eso.

Además, me siento reconocido: en Rota soy Hijo Adoptivo, tengo una avenida, Diputación me dio el Premio del Día del Turismo... Eso tiene su impacto porque normalmente se lo dan a un muerto (ríe). A lo mejor piensan que voy a cascar pronto (ríe). Aprecio lo que han hecho. Me perdona pero esto me da cierto orgullo. Estoy agradecido, muy agradecido, de verdad.

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