La falta de personal especializado para la medicación de presos es una denuncia que ha llevado a cabo hace tiempo la Asociaciónprofesional de Funcionarios de Prisiones, que ha sido la organización que ha lanzado el último informe sobre presos en las cárceles. Su estudio observaba el mes negro de enero de 2019, este año, cuando se produjeron 30 muertos en los centros de toda España. Una epidemia. Hubo de todo, principalmente sobredosis (8) y suicidios (6), pero también infartos, asesinatos y sobredosis.

La edad medias de los muertos en ese mes era 37 años, una población joven. Esta asociación focalizó su preocupación en un aspecto, que en el caso de la provincia afecta especialmente a la cárcel de Botafuegos. Tiene que ver con la medicación psiquiátrica. La falta de auxiliares de enfermería hace que estos potentes medicamentos se suministren a los presos los viernes para que se administran sin control durante tres días. “Se está dando medicación para tres días en una sola entrega, lo que genera que se pongan en circulación muchos medicamentos entre personas potencialmente conflictivas”, explicaba el informe. Hay funcionarios que sospechan que esta medicación, muy golosa, entra dentro del mercado negro dentro de la prisión.

APFP también recuerda los casos de ingesta de pilas, cristales, hierros y otros materiales: “En muchos casos son utilizadas por los internos como medida de presión hacia la dirección del centro para obtener alguna concesión que ha sido rechazada o denegada”. Muchos de estos casos terminan en la muerte del preso. Según el sindicato Csfi, desde principios de diciembre en las cárceles españolas han muerto 64 personas.