El Servicio Provincial de Drogodependencias (SPD) intensificará este año los programas de prevención del consumo de drogas entre los más jóvenes, una labor que se sumará a la que ya tienen encomendada las concejalías de Asuntos Sociales de algunos ayuntamientos, que no acaban de dar sus frutos, a juzgar por el incremento del número de nuevos consumidores y el rejuvenecimiento de la edad de inicio. Durante el año pasado, unos 2.046 alumnos de secundaria participaron ya en el programa de prevención de drogodependencias Cine y educación en valores.
Otra de las líneas de actuación que se reforzarán serán las campañas de reducción del daño en el consumo de drogas, que consiste en informar directa y detalladamente, sin llegar a la disuasión y sin entrar en consideraciones morales, de las sustancias estupefacientes en los lugares de movida juvenil y de los daños que pueden causar, con el fin de minimizarlos en lo posible. Para ello se utilizará más material informativo y aparatos como oxímetros y alcoholímetros.
Alfonso Matías, director del SPD, no restó importancia al también creciente consumo de alcohol y tabaco entre los más jóvenes, ya que la secuencia que suele llevarles a un centro de tratamiento suele ser, grosso modo, la siguiente: consumo de alcohol ligero en cantidades moderadas, al que se suma el de tabaco, que puede llevar al de cannabis, seguido o acompañado de un aumento del consumo, hasta el abuso de alcohol, que también puede desembocar en el coqueteo y posterior uso habitual, luego abusivo, de cocaína.
Junto a las labores de prevención, el SPD desarrolla un amplio programa de formación que durante 2007 ofertó 19 cursos especializados a unas 1.550 personas, mayoritariamente profesionales de la atención y la asistencia al drogodependiente.
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