Provincia de Cádiz

Ataque mortal en un chalé de El Puerto

  • Dos bull terrier se cuelan en una vivienda de la carretera de Sanlúcar y acorralan a una familia que, encerrada durante hora y media, contempla impotente cómo hieren de muerte a su perro a dentelladas

Dos bull terrier acorralaron ayer en El Puerto a una familia en su propia casa que, impotente, tuvo que contemplar cómo se ensañaban con su pequeño perro, al que dejaron herido de muerte a dentelladas, mientras, encerrados, aguardaban que llegaran refuerzos para que sacaran de su casa a los animales.

El desgraciado suceso tuvo lugar ayer al filo de las nueve y media de la mañana, cuando Manolo se disponía a salir de su vivienda, un unifamiliar situado en la calle Hermandad, en Montes de Oca, en la carretera de Sanlúcar. Accionó el mando automático de su garaje, para que la puerta se abriera para salir con el coche, y con estupor, contempló cómo se colaban en el interior de su casa dos bull terrier, que no llevaban ni bozal ni collar ni correa alguna.

Rápidamente, echó a correr y le dio el tiempo justo de encerrarse en el porche de su casa, junto a su mujer y su hija, embarazada de nueve meses que este pasado lunes salió de cuentas, mientras los bull terrier se enzarzaban con la mascota de la familia, un pequeño fox terrier.

Aterrorizados, contemplaron cómo los dos perros (propiedad de un vecino de la zona) se ensañaban con su fox terrier hasta dejarlo malherido y en coma. Horas después el animal fallecía a consecuencia de las graves heridas sufridas en el desigual combate.

Lo más sorprendente del asunto es que esta familia tuvo que estar encerrada nada menos que hora y media, mientras los bull terrier merodeaban por su jardín, hasta que fue localizado el dueño de los animales y, con la ayuda de una cuerda, los amarró y se los llevó de la casa. "Y sin pedir disculpas siquiera", se quejaba con amargura la hija de Manolo, Mila. A punto de dar a luz, Mila daba gracias a Dios porque ayer, día lectivo, su hija de cinco años se encontraba en el colegio y no con ella en la casa de los abuelos, que colinda con la suya propia, jugando en el jardín.

Alertados por los ocupantes de la casa, llegaron hasta la vivienda guardias forestales del área de Medio Ambiente de El Puerto, quienes, según la versión de la familia, no hicieron nada hasta que no dieron con el propietario de los bull terrier. Después llegarían efectivos de Policía Local y Nacional, que procedieron a identificar al dueño de los animales abriendo el pertinente atestado. Los afectados, por su parte, iban a interponer denuncia ante el Seprona y en el Juzgado.

El bull terrier , entre los terrier, es el más fuerte y en general uno de los perros más fuertes e insensibles al dolor, capaz de combatir hasta la muerte. Su cruce con un dálmata, a partir de 1900, lo convirtió en un perro totalmente sociable.

De hecho, no está incluido en el catálogo de perros potencialmente peligrosos y está considerado como un excelente perro de guardería, que a veces exagera en su ferocidad hacia los extraños y, por tanto, tiene necesidad de un amo que sepa moderar su peligrosa impetuosidad y, naturalmente, contar con amplios espacios para moverse.

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