Tribuna

PABLO GUTIÉRREZ-ALVIZ

Los 13.000 etcéteras de don Simón

Los 13.000 etcéteras de don Simón Los 13.000 etcéteras de don Simón

Los 13.000 etcéteras de don Simón / rosell

Ha pasado algún tiempo desde que finalizó la cuarentena del estado de alarma y mi amigo Antoni Putin continúa muy derrotista, incluso se ha vuelto bastante impertinente. Como algún lector recordará este singular espía ruso se refugió en la casa madrileña de su confidente, la pitonisa Remedios de los Dolores Magín (Reme para los amigos), quien trabaja sin apenas descanso en el comité científico del Gobierno contra el Covid-19. El agente secreto, a pesar de su condición de funcionario del antiguo KGB, ha sufrido desde el 15 de abril un ERTE ruso: indefinido y sin compensación económica. No obstante, desde Moscú le impusieron como imperiosa labor el análisis, con bibliografía en su caso, del término "etcétera" porque los espías españoles lo usan con frecuencia en sus mensajes cifrados.

Días pasados, y en un momento de pasajera mejoría, Antoni, vía telefónica, me hizo un resumen de los últimos tres meses de su triste vida.

Ante la falta de dinero se aficionó al juego online (póker, ruleta, etc.). Para apostar con poderío le pidió un préstamo de 700.000 euros a su primo Serguei, uno de los jefes de la mafia rusa de Marbella. Y Putin ha perdido hasta su casa de Galapagar, la que es vecina (y casi gemela) de la del vicepresidente Pablo Iglesias. Anteayer firmó la escritura de dación en pago de deuda a favor de su citado pariente.

El pobre Antoni también ha visto demasiada televisión. Por su tendencia homosexual gozaba con los instructivos y varoniles partes de don Salvador Illa y don (Fernando) Simón. Después de contemplarlos tantas veces a diario, consolidó en su imaginación una especial atracción (¿síndrome de Estocolmo?) por el entrañable médico al que consideraba el auténtico "salvador" de España. Y como muestra de cariño, el espía tricotó 40 chaquetas ("rebequitas", como dice el maestro Burgos) en tonos grises y pardos, que Reme ha ido entregando personalmente a don Simón en la misma Moncloa. El galeno se lo agradeció con una brevísima carta que rezaba así: "Estimado Antoni: un saludo, etc."

Arruinado, harto de tricotar, tenso por el constante sonido de fondo de las sirenas de las ambulancias de un hospital colindante, y muy afligido por la fría carta de don Simón, descifró con desgana (tardó 35 días) el significado de etcétera: lo que se sobreentiende y no interesa expresar, algo sabido que no conviene mencionar. De hecho, en ciertos ambientes reivindican que los etcéteras también existen, afirmando que las personas nunca deben ser tratadas como etcéteras. Como complemento de este dictamen, el agente secreto encontró en la biblioteca de Reme un libro de Pemán: Los tres etcéteras de don Simón. Una obra de teatro en la que el autor, con magia gaditana, se saca de la chistera un distinto y picante concepto de etc.

Las pocas noches en las que la pitonisa volvía a casa suponían una fiesta para el espía. Entonces, Reme le relataba las últimas novedades de la alta política española, con Zp como habitual protagonista. Al parecer, en el escándalo del avión de la vicepresidenta de Venezuela en Barajas, los que venían como pasajeros eran el propio Zp con Nicolasito, el hijo y futuro heredero del trono de Maduro. Y cuando el ministro Ábalos acudió al aeropuerto pensaba que se trataría del pequeño Nicolás. También que el expresidente español ha sugerido el acercamiento diplomático a China con el objetivo de fastidiar a Trump. En el ámbito doméstico, Zp ha propugnado que el Gobierno de España se disculpe por su actuación durante la jornada del referéndum ilegal de Cataluña, etc.

Por último, Antoni me ha puesto copia del correo remitido a Moscú:

"Mi coronel Nilokonozko:

¿A usía no le ha afectado el ERTE? Yo sigo en la brecha: soy un espía congénito. Leo con incredulidad que en Rusia el coronavirus apenas causa estragos.

Informe de los meses de abril, mayo y junio sobre España:

Oficialmente han fallecido unas 28.000 personas. No obstante, el perito don Simón ha confesado que tiene otros 13.000 más, fuera de "ubicación", que no puede clasificar. Como si hubiera dicho, "tenemos 28.000 muertos, etc.". Los innombrables 13.000 etcéteras de don Simón. El nefasto "salvador" de España se los guarda en la chistera como el macabro autor de una tragedia moderna. Remitiré, por mensajero y a porte debido, el libro de un escritor nada progresista sobre "etc". A. Putin.

PD: Desde finales de abril, don Simón ha lucido nuevas y bonitas chaquetas tricotadas por un servidor".

Tengo que animar a Antoni. Mañana, sin falta, le mandaré una excelente novela: Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal. Aunque el título no resulta el más apropiado para estos tiempos.

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