Tribuna

Luis Navarro Ardoy

Profesor de Sociología en la UPO

El diablo en las encuestas

Piensen que algo huele mal cuando junto a los resultados de una encuesta no se da información sobre la ficha técnica ni la literalidad de las preguntas

El diablo en las encuestas El diablo en las encuestas

El diablo en las encuestas / rosell

Algo huele mal" cuando se publican resultados de una encuesta y no se dan a conocer algo ni de su entramado técnico ni de su instrumento de medida.

Dar a conocer algo del instrumento de medida, implica, al menos, saber cómo se han redactado las preguntas del cuestionario. Conocer la literalidad de una pregunta sirve para comprobar si está bien formulada o, por el contrario, la pregunta incita hacia una determinada respuesta, manipulando así a la persona encuestada.

Dar a conocer algo del entramado técnico de la encuesta implica, al menos, saber lo que se conoce como ficha técnica, algo que podemos asimilar a la ficha técnica de un coche. Como en el caso de un coche, la ficha de una encuesta contiene la información técnica básica acerca de cómo se ha diseñado: entre otras cosas, el tamaño de la muestra (el número de personas encuestadas) y el nivel de error. Entiendo que ustedes no comprarían un coche si la persona que lo vendiese lo entregara sin su ficha técnica. Pues os recomiendo que hagan lo mismo cuando se publican los resultados de una encuesta: no la crean, ni muchos menos la compren, cuando se publiquen sin aportar algo de su ficha técnica. Piensen que algo algo huele mal cuando un medio de comunicación, una institución pública o una empresa no la dan a conocer.

Ahora pensemos en las preguntas y en la importancia de conocer cómo están redactadas para poder decidir si en la formulación se está o no influenciando en la respuesta de las personas encuestadas. Imagínese que le pregunto por su estado de salud: "En general, ¿podría decirme si su estado de salud es muy bueno, bueno, malo o muy malo?". Frente a esta redacción, formulada en un tono imparcial, imagínese que otra persona también le pregunta por su estado de salud pero en los siguientes términos: "¿Es cierto que su estado de salud es bueno?". En ambos casos, aunque el objetivo de la pregunta sea el de conocer cuál es "su estado de salud subjetivo", la formulación es bien distinta. Mientras que el primer caso adopta un tono imparcial, el segundo trata de obtener una respuesta positiva de su estado de salud.

Pensemos ahora en una pregunta de intención de voto. Así, por ejemplo, no es lo mismo preguntar si usted estaría dispuesto a votar a Vox en las próximas elecciones municipales, que hacer la misma pregunta, pero añadiendo al final del enunciado que se trata de un nuevo partido político de extrema derecha radical. "¿Votaría usted a Vox en las próximas elecciones municipales? ¿Sí o No?" o "¿Votaría usted a Vox en las próximas elecciones municipales, el nuevo partido de extrema derecha radical? ¿Sí o No?". Como se observa, aunque en los dos casos se trata de una pregunta de intención de voto, las respuestas seguramente sean distintas dependiendo de si utilizamos una u otra pregunta.

Tampoco es lo mismo preguntar de economía diciendo: "Refiriéndonos a la situación económica general de Espanña, ¿cómo la calificaría usted: muy buena, buena, regular, mala o muy mala?", que hacerlo en los siguientes términos: "¿Actualmente la economía en España funciona mejor que hace dos años?". De nuevo, en este segundo caso, la pregunta invita a una respuesta positiva sobre la buena marcha de la economía.

Además, conviene saber que cuando en un cuestionario se pregunta por la valoración de la situación económica, y para no influenciar en las respuestas de las personas, se recomienda que la pregunta no esté demasiado cerca de otras sobre identificación partidista, ideología política o de valoración de líderes políticos.

En definitiva, como decíamos, siempre piensen que algo huele mal cuando junto a los resultados de una encuesta no se dan a conocer, como mínimo, ni la ficha técnica ni la literalidad de las preguntas.

No lo olviden: el diablo está en las preguntas. A preguntas malas, respuestas malas.

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