Tribuna

Juan ramón medina precioso

Catedrático de Genética

Doctor, sigo viendo políticos

Doctor, sigo viendo políticos Doctor, sigo viendo políticos

Doctor, sigo viendo políticos / rosell

Hace tiempo publiqué en este diario En ocasiones veo políticos para defender la candidatura de Casado a dirigir el Partido Popular y hoy debo decir que sigo viendo políticos. En esta ocasión Rogelio Velasco, el flamante consejero de Economía, Innovación y Conocimiento del Gobierno andaluz. La revelación me ha sobrevenido al leer la entrevista publicada recientemente en El diario.es, un periódico de izquierdas. Pues bien, Velasco muestra tres virtudes encomiables: sabe de qué habla, tiene independencia de criterio y no se calla ni disimula sus opiniones. Rara avis en el paisaje político contemporáneo.

Su historial profesional ya permitía adivinar que tendría un nivel de formación más que suficiente para el cargo. Nacido en Sevilla en 1957, se licenció en Economía en la Hispalense, se doctoró en Málaga, logró una cátedra de Economía en Granada y completó estudios en Berkeley y en una universidad de Nueva York. Fichado por Telefónica, ocupó diversos cargos directivos. Finalmente, pasó al Instituto de la Empresa antes de incorporarse al Gobierno andaluz. Era también miembro del Observatorio Económico de Andalucía, que dirige Curro Ferraro. Esa movilidad profesional indica ambición y capacidad de asumir riesgos.

Muestra además Velasco una envidiable independencia de criterio y una libertad expresiva no coartada por criterios oportunistas. Favor que hace con esa actitud a su Gobierno, a los andaluces y, en general, a todos los interesados en la cosa pública. No soy experto en Economía y, por tanto, no me atrevo a analizar en profundidad sus opiniones al respecto, aunque suenan muy verosímiles y los especialistas con los que he consultado me aseguran que son sólidas, sobre todo desde una perspectiva liberal moderada. No otra cosa cabría esperar del Gobierno que ha venido a sustituir a uno de corte socialista.

Lleva razón cuando dice que es exagerado afirmar que Andalucía esté intervenida por Hacienda pues, no estando en quiebra, puede seguir aplicando las políticas previstas, excepto algunas modificaciones. Y también acierta al exponer que no cabe aplicar una reducción brusca y drástica de impuestos porque eso pondría en peligro los servicios públicos, que quiere mantener y mejorar, aunque la tendencia a reducir paulatinamente los impuestos sea adecuada. Y así mismo cuando aduce que una subida del Salario Mínimo Interprofesional sólo sería asumible en las regiones españolas más industrializadas, como Madrid y, añado yo, las separatistas, pues podrían aumentar la productividad para absorberla sin repercutirla en los precios, pero que esa subida no sería oportuna en Andalucía debida a la suma importancia aquí del sector servicios, como el turismo y la hostelería, con baja e inelástica productividad, por lo que acarrearía un aumento del desempleo y de los precios. Todas estas son valiosas opiniones que muestran su libertad de criterio y expresión, pues varias de ellas no son políticamente correctas.

Más conocidas, pero no menos importantes, son sus valoraciones del pequeño tamaño de la economía andaluza, de la española y de cualquier otra nación europea en comparación con la china y la estadounidense. Ese dato, unido a que nuestra adhesión a la UE limita seriamente nuestra autonomía fiscal, monetaria y presupuestaria, implica que el principal vector de crecimiento sea desarrollar e implantar tecnologías innovadoras, y eso no sólo para nuevos sectores económicos, sino también para los tradicionales. Ese es, pues, el reto real. Lo único consolador, aprecia, es que el impacto del Brexit será perceptible, pero no demoledor, pues los mercados se comunican preferentemente por proximidad más que por comunidad de idiomas o de ideales políticos.

Las opiniones de Velasco sobre el mundo universitario me merecen el más alto elogio por su clarividencia y valentía y, dada mi trayectoria, algo creo saber del tema. Cuando afirma que uno de los principales problemas para los investigadores es la falta de continuidad de los programas iniciados eso es totalmente cierto, pues frustra las oportunidades y expectativas de excelentes investigadores bienintencionados. No sólo hay que invertir más y mejor en investigación, sino también de forma estable. Y el rendimiento investigador debe ser uno de los componentes de la financiación universitaria, como propone.

Más audaz es su iniciativa de fusionar algunos grados universitarios, pues la sociedad no puede ni tiene por qué financiar facultades con un número ridículamente bajo de alumnos. Y aclara que eso no implica reducir las áreas de conocimiento de las universidades afectadas, sino sólo la marea de cargos institucionales anejos a cada titulación independiente. Un mapa de titulaciones es necesario y ayudará a que los rectores asuman que aprobar o denegar títulos compete al Gobierno regional y escapa a la autonomía universitaria.

Finalmente, su acertada defensa de los Parques Tecnológicos andaluces, cada uno con sus propias peculiaridades, cuadra con el papel central concedido a la innovación tecnológica. Y también lo es su apuesta por internacionalizar la economía y la tecnología andaluzas.

En suma, Velasco es estimulante.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios