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Tribuna

María Jesús Montero

Ministra de Hacienda

Datos y realidades frente a un quejío improductivo

Datos y realidades frente a un quejío improductivo Datos y realidades frente a un quejío improductivo

Datos y realidades frente a un quejío improductivo

Con relativa frecuencia, en el ámbito político andaluz se escuchan y leen argumentos que no se sustentan en la evidencia de los datos. Si ello es intencionado o no, lo dejo a la interpretación del lector. Lo que resulta innegable es que empobrece el debate social y resta capacidad a la ciudadanía para hacer un correcto diagnóstico de la realidad de la comunidad. Por ejemplo, a propósito de la financiación autonómica y los recursos con los que cuenta Andalucía para ejercer sus competencias estatutarias.

Hace unos días tuvimos ocasión de comunicar a las comunidades las cifras que el sistema de financiación les brindará el año que viene. Pues bien, Andalucía contará en 2023 con una financiación récord. En concreto, recibirá 24.385 millones de euros en concepto de entregas a cuenta y la liquidación del año 2021. Es un 25% más que la cantidad que ha recibido en 2022 y la mayor cifra recibida hasta la fecha. Nunca antes en la serie histórica Andalucía había recibido tantos recursos del sistema de financiación. Para que se hagan una idea, el sistema de financiación permitirá que Andalucía cuente el año que viene con 4.927 millones más que este año. Casi 5.000 millones más. Es una cifra relevante y superior a los 4.000 millones que el Parlamento de Andalucía calculó que ascendía la insuficiencia financiera de la comunidad autónoma en 2018.

Es evidente que el sistema de financiación lleva tiempo caducado. De hecho, fue el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy quien dejó que caducara en un cajón, a pesar de que contaba con mayoría para sacar adelante su reforma en las Cortes.

Pero también es innegable que desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa las comunidades autónomas y singularmente Andalucía han recibido, año tras año, mayores recursos de los que les hubiera correspondido con una aplicación estricta de la ley.

Somos un Gobierno que cree firmemente en el Estado autonómico como pilar del Estado del Bienestar. No es un eslogan. Es una manera de entender la vertebración social y territorial del país, una visión que no es centralista, sino descentralizada.

Y lo demostramos con hechos contrastables: en 2020 calculamos las entregas a cuenta como si no hubiera caída en la recaudación y creamos el fondo Covid extraordinario de 16.000 millones; en 2021, pusimos en marcha el fondo de 13.486 millones; de cara a 2022, habilitamos 7.000 millones para compensar liquidaciones negativas o la pérdida de un mes de IVA por el cambio normativo que el ministro Montoro propició en 2017.

Y ahora, para 2023, de nuevo una financiación récord y una mayor flexibilidad en el objetivo de déficit: dos décimas de PIB para que las comunidades autónomas puedan destinar ese mayor margen a ayudar tanto a las clases medias y trabajadoras como al tejido productivo a combatir las consecuencias de la crisis provocada por la invasión rusa.

Frente a estos datos y realidades, elementos objetivos que cualquiera puede comprobar, el nuevo Gobierno andaluz sigue instalado en el quejío improductivo. El presidente de la Junta desdeña los datos objetivos que demuestran que Andalucía está recibiendo más recursos que nunca. Basta señalar que Moreno Bonilla se queja que el actual sistema de financiación provoca que Andalucía reciba 1.000 millones menos cuando la realidad es que Andalucía contará el próximo año con 5.000 millones más.

Omite, además, que al margen del sistema de financiación autonómica y de los recursos de los fondos europeos, Andalucía ha recibido 7.480 millones gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para ayudar a las comunidades autónomas.

España es el país descentralizado del mundo que más ha protegido a las administraciones territoriales y así lo confirman informes independientes. En cinco años de Gobierno de Pedro Sánchez, Andalucía habrá recibido 31.320 millones más que en los últimos cinco años de Mariano Rajoy. Estos son datos objetivos que demuestran que las quejas de Moreno Bonilla son infundadas. Con el PP, Andalucía recibía préstamos, con el Gobierno de Pedro Sánchez, recibe transferencias directas no reembolsables.

Moreno Bonilla también ha solicitado la reforma urgente del sistema de financiación y que, en tanto eso no se produzca, se ponga en marcha un fondo transitorio de nivelación para compensar a comunidades infrafinanciadas. Sin embargo, el presidente de la Junta no explica que esta petición ha sido rechazada por comunidades como la de Madrid o Galicia, que comparten el mismo color político. De hecho, Galicia rechazó este tipo de fondo cuando aún era presidente de la Xunta el señor Feijóo.

Sabe Moreno Bonilla que para que podamos avanzar en la reforma del sistema necesitamos un consenso básico, no sólo entre las distintas comunidades, sino también al interior de las formaciones políticas que tienen presencia en distintos territorios. Igual que sabe que el presidente de su partido, el Sr. Feijóo, se ha decantado por que sea el coste efectivo de los servicios el criterio fundamental para la reforma, algo que perjudicaría a Andalucía.

¿Qué postura va a defender el Partido Popular en esta materia? ¿La de Andalucía, la de Galicia o la de Madrid? Porque son divergentes y la respuesta no puede ser, simplemente, mirar a otro lado para, a continuación, quejarse de todo y por todo.

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