El pasado martes se presentó a nivel mundial la primera cápsula del proyecto de tren supersónico Hyperloop, realizada por Carbures, que tras su fusión con Inypsa ha pasado a llamarse Airtificial. La presentación, una cuidada puesta en escena, se realizó en la planta de esta empresa en el Parque Tecnobahía de El Puerto, donde se han ensamblado las piezas que previamente han sido fabricadas en la planta que tiene Carbures en Jerez. Estamos ante un proyecto futurista en el que hablar de plazos resulta bastante aventurado por la complejidad no sólo de los trenes de fibra de carbono sino de los sistemas y estructuras que la impulsarán, si bien se apunta a 2024 cuando el Hyperloop podría hacer su primer viaje, en el desierto de la península arábiga. No son pocos los que, incluso antes de que acabase la presentación de la 'bala' supersónica, ya sembraban dudas sobre este proyecto, que además de ser técnicamente difícil necesita de grandes sumas de dinero. Forma parte del tristemente habitual carácter derrotista que abunda en esta provincia y que, lejos de abrir puertas a la esperanza por recuperar la actividad industrial perdida, entierra los proyectos antes de empezar. Conviene señalar que el proyecto de Hyperloop, independientemente de su desarrollo futuro, es un ejemplo de economía colaborativa que está generando desde sus inicios cargas de trabajo para Carbures y otras empresas auxiliares y que además supone un gran escaparate para que esta empresa de la provincia pueda vender otros productos relacionados con el sector de la fibra de carbono, en el que es puntera a nivel mundial. Por tanto, con las preceptivas cautelas, hay que poner de relieve lo mucho de positivo que tiene el hecho de que desde una empresa de la provincia de Cádiz se participe en un proyecto sobre el que existen muchas expectativas y que nos coloca en el punto de mira mundial.