La errática actitud de Pedro Sánchez

Sánchez debe escuchar las muchas voces que desde el PSOE le reclaman una actitud más clara en la defensa del Estado de Derecho

La carta dirigida por un importante grupo de socialistas a su secretario general, Pedro Sánchez, para protestar por su errática política en lo que al procés se refiere resume a la perfección el profundo malestar que existe en amplios sectores del PSOE al respecto. En los últimos tiempos hemos visto cómo Sánchez ha intentado poner una vela a Dios y otra al Diablo en la cuestión catalana, intentando contentar a unos y otros sin un criterio fijo ni el valor para mantener posturas o ideas antipopulares, algo impropio de un hombre que pretende dirigir algún día el país. Un ejemplo muy claro ha sido su reacción ante las cargas policiales el pasado 1 de octubre en Barcelona. Cierto es que se pudo cometer algún exceso -mucho menos que los que la propaganda independentista ha intentado transmitir-, pero éstos se produjeron en un contexto muy difícil en el que los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, debido a la inacción y la deslealtad de los Mossos, se vieron obligados a intentar parar un referéndum ilegal que violaba la Constitución y la soberanía de todos los españoles. Sin embargo, Pedro Sánchez, en vez de cerrar filas con el Gobierno en la defensa del Estado de Derecho, ha decidido tomar el camino de la demagogia y encabezar una iniciativa para reprobar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por la actuación policial. Y lo hizo justo en el momento en que los agentes, fieles servidores de la Ley y el Estado, estaban siendo insultados, acosados y expulsados de sus hoteles en una de las imágenes más vergonzosas que se recuerdan en los últimos tiempos.

Dicha actitud de Pedro Sánchez es la que ha disparado la carta de los veteranos socialistas -entre los que se encuentran los andaluces José Rodríguez de la Borbolla, Antonio Ojeda y Javier Torres Vela-, quienes le reprochan con dureza su insustancial buenismo al hacer continuas llamadas al diálogo sin explicar con quién ni para qué. La carta tiene momentos especialmente afilados, como el que afirma: "Pensadlo, pues, como decía Stefan Zweig, 'efímero es el momento en que la grandeza se entrega a los pusilánimes, y la suerte no volverá a ellos por segunda vez'. El futuro de España está, también, en vuestras manos, en estos momentos". Pedro Sánchez debe escuchar las muchas voces que desde el PSOE le reclaman una actitud más clara en la defensa del Estado de Derecho y de la Constitución. Lo contrario acercará aún más a los socialistas al abismo.

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