La entrega de la subestación 'Andalucía II' y los recientes parques eólicos adjudicados a Iberdrola abren la puerta a nuevos encargos para Navantia, que ha superado con creces la transformación de un astillero en el que se han construido barcos durante dos siglos, en unas instalaciones capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías, también en el ámbito civil. Si parecía difícil lograrlo en tiempo récord, ahora el desafío reside en lograr la carga de trabajo suficiente para darle continuidad a los astilleros y la industria aeronáutica en general. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ofreció buenas perspectivas en este sentido al anunciar durante el acto de entrega de la subestación, en Puerto Real, en presencia de la presidenta de la Junta, que la compañía eléctrica ha logrado nuevos contratos para construir parques eólicos marinos en EEUU, Alemania y Francia. Y Susana Díaz no desaprovechó la ocasión para lanzarle el guante para que las próximas subestaciones salgan también de Andalucía.

Pero para ser más competitivos, la propia presidenta de la Junta habló de la necesidad de una apuesta industrial seria a fin de que nuestro conocimiento se adapte a las exigencias del mercado. Y aquí juega un papel fundamental la formación. El Centro de Fabricación Avanzada anunciado en la Bahía puede propiciar ese salto cualitativo al que aludió Díaz, porque será la piedra angular sobre la que pivote la mejor formación que tanto necesita el tejido industrial aeronáutico. Navantia ya ha cumplido su parte al culminar la adecuación de una nave que ahora la Junta tendrá que llenar con lo último en tecnología e I+D+i. Pero no conviene dormirse. La idea de Navantia es que este centro está alineado con la industria 4.0 cuanto antes. Y no sólo participa esta compañía, también están implicadas Airbus y otras empresas del entorno, además de la Universidad.

La calidad del producto terminado y la prevención de riesgos han sido claves en la relación de los astilleros con Iberdrola y ponen de manifiesto que esta región puede competir con los mejores a la hora de exportar capacidad, tecnología y conocimiento. La 'Andalucía II' ya forma parte del mayor proyecto español de energías renovables, el que dará vida al mayor parque eólico marino del mundo, que ofrecerá energía limpia a un millón y medio de personas. La inversión supera los 3.000 millones de euros, y el propio Sánchez Galán ensalzó la profesionalidad y la experiencia de cuantos han participado en el proyecto: "Talento y saber a la altura de los mejores", subrayó. Las instituciones están obligadas, por tanto, a aprovechar esta nueva línea de negocios que se abre para los astilleros y para el conjunto de la industria andaluza desde la excelencia y la seguridad.