desde preferencia

José Joaquín León

Un voto de confianza

EL Cádiz ganó ayer en Lorca tres puntos y un voto de confianza. Cuando las cosas se hacen con normalidad, como hay que hacerlas, a este equipo se le nota demasiado que es el mejor del grupo IV de Segunda B con diferencia. El problema llega cuando entra la mandanga, cuando parece que no hay tantas ganas, o cuando se ocurren las originalidades, o cuando hay un día tonto sin que se sepan los motivos. En Lorca no ocurrió nada de eso. El Cádiz, que salió a ganar desde el minuto 1, llegó al minuto 90 con un 1-4 y una clara sensación de superioridad. Ese es el camino exigible, porque hay argumentos suficientes para ser primeros del grupo y conseguir el ascenso.

A Jose González también hay que reconocerle sus méritos cuando se da el caso. Ayer acertó. Alineó a los que debía alinear, dejó en el banquillo a Akinsola, que se lo había ganado a pulso en los últimos partidos, y puso como titular a Dioni, que también se lo ganó como revulsivo ante el Villanovense. Los jugadores deben saber que no es lo mismo jugar bien que mal, sino que conviene esmerarse.

El Cádiz no salió en Lorca a contemporizar, sino a ganar. Juanjo estrelló un balón en el palo pronto. Al cuarto de hora, Ikechi, que otra vez se pareció a Ikechi, ya había puesto al Cádiz por delante. El único fallo de este partido fue que le empataron de inmediato, y además por un fallo de concentración. Un error que se ha repetido demasiadas veces. Menos mal que el Cádiz supo reaccionar, gracias en buena medida a que Héctor Yuste y Óscar Pérez otra vez se parecieron a Héctor Yuste y Óscar Pérez. Fue Yuste, precisamente, el autor del segundo gol.

Otra virtud de este partido fue que el Cádiz, con 1-2 en el descanso, no se dedicó a sestear en el segundo tiempo. Con siestas de ese tipo se han regalado puntos muy bobos. Pero en Lorca no cayeron en esa trampa. Y estuvo bien que volviera a marcar Dioni, porque eso significa que tenemos tres delanteros capaces de hacer goles con cierta soltura. Y también estuvo bien, y era previsible, que Akinsola consiguiera el cuarto cuando entró enrabietado.

Hasta pudieron marcar más goles, porque ya se sabe que el principal argumento de este Cádiz es su potencial ofensivo. Con 30 goles a favor, ya es el equipo más realizador del grupo. Y con 13 goles en contra es el tercero menos goleado, después del San Roque de Lepe y el Lucena. Eso significa que hay ya, por fin, números para quedar primeros. Está a un punto del líder. En los dos últimos partidos, después de lo del Caravaca y el primer tiempo del Villanovense, ha marcado siete goles. Esa es la forma de ganarse el voto de confianza.

Pero la Liga no se acaba ahora. Los próximos partidos contra el San Roque de Lepe y el Puertollano deberían servir para abrir distancias con los que vienen por detrás y empezar a remarcar los territorios. Llegados a este momento, serían muy convenientes dos cosas elementales: una, que el equipo mantenga el espíritu ganador que demostró ayer en Lorca; y otra, que el público de Carranza se serene un poco, pues el objetivo principal del Cádiz no es echar a éste o al otro, sino ascender.

Y llegar lo más lejos posible en la Copa del Rey, si se tercia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios